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Los rosarinos vivieron la jornada electoral con consternación debido a que en la madrugada fueron hallados los cuerpos de otras dos víctimas de la tragedia por la explosión en un edificio céntrico de la ciudad y el número de personas que perdieron la vida allí ascendía a 17, mientras aún buscaban a cuatro desaparecidos.
“Este es el peor dolor que vivimos todos. El gobernador es un ciudadano más. Todos tenemos un profundo dolor, ustedes también”, les dijo el gobernador Antonio Bonfatti a los periodistas que lo esperaban en la puerta de la escuela San Francisco de Asís, de Herrera al 500, al norte de Rosario.
Como en toda elección, hubo situaciones que quedarán en el anecdotario, como la presidenta de mesa que fue ebria a la escuela de Río Grande, en Santiago del Estero, y tuvo que ser retirada por la Policía.
También el prófugo que cayó por su compromiso cívico: sobre él pesaba un pedido de captura de la Justicia Federal santiagueña por presunto narcotráfico y al presentarse en una mesa de la escuela del Bicentenario del barrio Siglo XXI, a las 11, fue detenido.
En San Juan, la nota la dio el precandidato a diputado nacional por el Frente Compromiso Federal Mauricio Ibarra, quien rompió la veda electoral en plena votación. “Voy a ganar yo”, señaló a la prensa.
Muchos electores distraídos se vieron sorprendidos porque sus documentos ya no fueron sellados y a cambio recibieron un troquel, la nueva constancia de emisión de voto establecida por el Ministerio del Interior y Transporte, y además debieron firmar el padrón.
Incluso llamó la atención el formato de los nuevos padrones con 60 carillas en forma de libro con la foto de quienes sacaron el nuevo DNI.