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La elección de ayer tuvo varias curiosidades, más allá del luto por la tragedia de Rosario. La presidenta Cristina Kirchner votó a las 11.18 en una escuela de Río Gallegos, y al destacar la importancia de la democracia, dijo que vivió los primeros 30 de sus 60 años en dictadura, olvidando que los gobiernos de los radicales Arturo Frondizi y Arturo Illia habían sido elegidos por el voto popular. Elisa Carrió también dio la nota cuando, tras votar en el barrio porteño de Palermo, rompió la veda electoral al asegurar que el frente que integra, Unen, triunfaría en la Ciudad de Buenos Aires, aunque después salió a pedir disculpas.
Quien se desayunó con un desaire fue Mauricio Macri, al querer saludar a las autoridades de mesa en una escuela de Juncal al 3100, en Palermo, uno de los fiscales -un joven que sería integrante de la agrupación La Cámpora- le sacó la mano y lo dejó sorprendido ante las cámaras.
El senador cordobés y líder del Frente Cívico, Luis Juez, iba a permanecer durante toda la jornada en la mesa 1.639 como fiscal partidario, y el gobernador correntino Ricardo Colombi polemizó: “Estas primarias son un gasto grande e innecesario”.
En Santa Cruz, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, también pasó un mal momento cuando un grupo de mujeres lo increpó y acusó por la tragedia de Once y el impuesto a las Ganancias, entre otras cuestiones.
Al mediodía, las elecciones contaban con un 30 por ciento de participación y sobre el cierre superó el 70%, a pesar de que la jornada había comenzado floja por las bajas temperaturas, con registros de 3 grados bajo cero en Río Gallegos y de 2 grados en Capital Federal y alrededores.