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Un grupo de 50 manifestantes encapuchados tomaron esta madrugada la sede de la Jefatura Policial de San Luis, en el marco de un conflicto con el gobierno provincial por el pedido de aumento salarial por parte de los efectivos.
Al menos 51 uniformados fueron sancionados el pasado lunes y otros tantos fueron pasados a disponibilidad, lo que causó la indignación y extremó las protestas
Anoche, cerca de la una, un grupo de 50 personas tomó el edificio de la Jefatura Central y mantiene de rehén a la plana mayor de la fuerza.
Debido a la crisis en la policía, el comisario general Miguel Angel Ubieta presentó su renuncia, la cual fue aceptada por el gobernador, pero permanece privado de su libertad dentro del edificio y bajo amenaza de los efectivos acuartelados.
“Hay una calma tensa, hemos garantizado la seguridad del (ahora ex) jefe de policía y de su plana mayor. Tienen total libertad para retirarse del edificio”, dijo a Cadena 3 el principal López, uno de los voceros de los policías atrincherados.
“Cerca de la medianoche alrededor de 50 personas encapuchadas y armadas rompieron la puerta de la Jefatura Central con una maceta. Adentro estaba la jerarquía superior de la fuerza, la plana mayor, y algunos efectivos del Grupo COAR”, contó el ministro de Seguridad Martín Olivero.
“Se les pidió que controlaran la situación, pero los violentos tomaron el control del 911, cortaron la energía, golpearon a superiores y sellaron el edificio para que nadie salga”, agregó.
En tanto, desde el Ministerio de Seguridad provincial pidieron a la justicia el desalojo del edificio. La Jefatura fue tomada alrededor de la 1.45, cuando llegaron a la ciudad Capital efectivos de Concarán, Merlo y Villa Mercedes, las ciudades donde la semana pasada se produjeron los primeros acuartelamientos.