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Tanta expectativa como escepticismo generó la idea de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de abrir un debate “en serio” con los verdaderos actores económicos”, como dijo el miércoles en Tecnópolis.
Ayer, desde distintos sectores se mostraron interesados, aunque muy críticos y escépticos de que se lleve a cabo ese encuentro, bajo la sombra del diálogo político al que había convocado la jefa de Estado en 2009.
Empresarios del sector fabril tomaron ayer nota de la convocatoria al “debate” que formuló la Presidenta y prevén analizar una agenda temática en una reunión de la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA). El presidente de la UIA, Héctor Méndez, dijo que el llamado de la primera mandataria está en línea con la posición de la entidad en favor del acuerdo social.
“En la UIA estamos en contacto con la Presidenta, desde antes, con una agenda de temas específicos del sector industrial. Pero creo que ahora va a ser distinto”, consideró.
Tampoco el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, descartó ayer concurrir al debate convocado por la Presidenta, aunque puso en duda que esa central obrera fuera invitada.
“Si nos convoca, resolveremos en conjunto si vamos a participar o no, pero no sé si nos va a convocar”, afirmó Moyano, quien aclaró que no asistiría a una invitación del Gobierno nacional para “que le diga que sí” a todas sus pretensiones, porque en ese caso “con nosotros no puede contar”.
En su convocatoria, la Presidenta mencionó a los “sindicatos” como una de las tres patas, junto a los industriales y los banqueros, con quienes quisiera “debatir en serio”.
Una mirada muy diferente tuvo el jefe de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, quien cuestionó que la Presidenta pueda “negar” una convocatoria al diálogo con sectores políticos y culturales, y admitió que no iría a una reunión con la mandataria.
El candidato a senador por el frente UNEN porteño evaluó que “la verdad que nosotros no iríamos. Nos encontramos ante una Presidenta que está negando las expresiones de la realidad y se coloca en víctima de no se sabe qué”, declaró.
Los presidentes de los bloques de senadores y de diputados de la UCR, José Cano y Ricardo Gil Lavedra, dudaron ayer que sea real la voluntad presidencial de impulsar una convocatoria para analizar la situación del país y señalaron que excluir a la oposición es ignorar el resultado electoral de las PASO.
El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró que el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y el PRO “siempre van a estar dispuestos al diálogo”.
En 2009 incluyó a los partidos
La presidenta Cristina Fernández también había llamado a un “diálogo” en 2009, después de la derrota que sufrió en las primeras elecciones legislativas de medio término como consecuencia parcial de la crisis del campo, pero en esa oportunidad sí incluyó a los partidos políticos.
La convocatoria “al más amplio diálogo” se había concretado en Tucumán, el Día de la Independencia, apenas 11 días después de los comicios del 28 de junio, en los que se destacaron las candidaturas “testimoniales” del entonces expresidente Néstor Kirchner y el exjefe de Gabinete, Sergio Massa.
En esa oportunidad, y con la victoria del bloque Unión PRO, de Francisco De Narváez, Mauricio Macri y Felipe Solá, Cristina Fernández llamó a discutir la reforma política que derivó -meses después- en la sanción de la ley de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO).
El “diálogo político” fue aceptado por amplios sectores del peronismo opositor, de un sector del Acuerdo Cívico y Social, Proyecto Sur, de Fernando “Pino” Solanas, y Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella, que se había alzado con el 5% de los votos que sellaron la derrota del kirchnerismo.
También habían aceptado la invitación los sectores empresarios ligados a la industria, el comercio, las finanzas y del campo.