Dos años después de ser depuesto por una insurrección popular, y mientras el país arde por una feroz crisis política, el exdictador egipcio Hosni Mubarak salió ayer de prisión para permanecer en arresto domiciliario a la espera de sus procesos por abuso de poder y la matanza de más de 800 manifestantes en 2011.
inicia sesión o regístrate.
Dos años después de ser depuesto por una insurrección popular, y mientras el país arde por una feroz crisis política, el exdictador egipcio Hosni Mubarak salió ayer de prisión para permanecer en arresto domiciliario a la espera de sus procesos por abuso de poder y la matanza de más de 800 manifestantes en 2011.
Mubarak, de 85 años, quien dirigió con mano dura los destinos del país árabe durante tres décadas, fue trasladado en un helicóptero médico desde la prisión de Tora hacia el hospital militar de Maadi donde permanecerá por ahora, informaron fuentes de seguridad egipcia.
El responsable del Departamento de Prisiones, Mustafa Baz, señaló a la agencia oficial egipcia Mena que Mubarak quedará ingresado en el hospital militar de Maadi, en el sur de El Cairo, “a petición propia”.
Un tribunal penal del norte de El Cairo ordenó la puesta en libertad provisional del ex dictador, atendiendo a los reclamos de sus abogados defensores en relación a que ya había superado el plazo máximo para seguir en prisión preventiva.
El 25 de agosto próximo, el ex hombre fuerte de Egipcio deberá regresar ante el magistrado para la primera audiencia de la repetición del juicio en el que el año pasado fue declarado culpable por no evitar la matanza de más de 800 personas en las protestas de 2011 que acabaron con su régimen. Dicho proceso deberá repetirse tras un fallo de enero pasado de la Corte de Casación egipcia que aceptó una apelación presentada por los defensores. El primer ministro egipcio, Hazem al Beblawi, en su calidad de vicegobernador militar, emitió un decreto para poner a Mubarak bajo arresto domiciliario “en el marco del estado de emergencia” que rige en el país..