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Mientras las cifras finales son disímiles, la conquista definitiva de derechos está dando sus frutos. El próximo domingo, unas 3.000 personas que cambiaron sus identidades podrían sufragar en las elecciones primarias con nombre y foto acorde a su identidad de género autopercibida.
Pero lo cierto es que la Mesa Nacional por la Igualdad, junto con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta) insisten mediante acciones legales en que se garantice el derecho electoral a todas las mujeres y hombres trans que hayan accedido al cambio registral, y cuyos datos no han sido actualizados aún en el padrón electoral.
Hasta hoy, de acuerdo a las denuncias, solo un 5% de las miles de personas que tuvieron reconocimiento legal estarían reempadronadas para sufragar el próximo domingo en las elecciones primarias (PASO) y en las legislativas de octubre.
La ley de identidad de género fue aprobada hace poco más de un año, el 9 de mayo de 2012.
Cabe destacar que tanto FALGBT como Attta presentaron un hábeas data colectivo contra la Cámara Nacional Electoral, ante una posible actitud discriminatoria por parte del organismo, ya que “a pesar de haber sido informado oportunamente y en cada caso por el Registro Nacional de las Personas (Renaper) de los cambios registrales realizados producto de la nueva ley de identidad de género, la mayoría de estas personas trans todavía se encuentran registradas en el padrón electoral con el nombre y sexo asignados al nacer”.
Junto al hábeas data, se solicitó además una medida cautelar “que ordene la urgente modificación de los padrones de electores y electoras definitivos y, subsidiariamente, que se agreguen a las actas complementarias los datos correctos de las personas trans que hayan realizado el trámite de cambio registral previsto en la Ley 26.743 para que puedan votar mediante estas actas junto con otras personas que, por distintos motivos, estén incluidas en las actas complementarias de los padrones, como todos los años”. Según aseguró una fuente de FALGBT, “cada organización se manejó en forma independiente. No todas hicieron el pedido a la Justicia ordinaria”.
“En Mendoza, por ejemplo, donde hay unos 170 casos, no hubo hábeas data porque se llegó a un acuerdo para que los padrones fueran actualizados y validados en forma manual”, aclaró.
De todos modos, Marcela Romero, titular de Attta se mostró optimista al asegurar: “Ahora que legitimamos nuestra identidad de género y estamos por votar con nuestro verdadero nombre sentimos una gran ansiedad por participar en esta democracia, porque hemos dado un paso más hacia nuestra inclusión e integración”.
La emblemática ley será clave para el acceso a la ciudadanía plena de las personas trans, un recorrido que tan solo se inicia con el reconocimiento legal por vía administrativa del nuevo nombre y género en el DNI.
Además, se suma el seguro de desempleo, la rectificación de otros documentos, como el registro de conducir, la libreta universitaria o los carnets de la obra social.
Los datos
La ley de identidad de género de Argentina permite que las personas trans sean inscriptas en sus documentos personales con el nombre y el sexo de elección.
La normativa legal, además, ordena que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean prestados por el Estado nacional.
Promulgada el 9 de mayo de 2012, es la única ley de identidad de género del mundo que, conforme a las tendencias en la materia, no patologiza la condición trans.
Cabe recordar que, el 1 de diciembre de 2011, la Cámara de Diputados la había aprobado por 167 votos a favor, 17 en contra y 7 abstenciones.
Finalmente y por 55 votos a favor y una abstención, el Senado la aprobó y convirtió en una de las leyes más avanzadas del mundo en cuanto a libertades y derechos.
Con casi idéntica estrategia con que se logró la aprobación de la ley de matrimonio igualitario se impulsaron amparos para que se ordene la modificación registral.
El primero de esos fallos le correspondió a la actriz y vedette Florencia de la V, Aníbal Fernández y Randazzo le dieron su nuevo DNI.
El antecedente trans más remoto en la Argentina se remonta al año 1966, con una operación de cambio de sexo.