Se echaron a andar con la fidelidad de quien intuye una presencia divina acompañándolo y por eso confía en tener vigor para recorrer kilómetros entre valles y montañas, entre cánticos e imploraciones. Ayer, a las 4, partió la peregrinación de las Cuevas, Rosario de Lerma; a las 18, potrero Payogasta; a las 11, el grupo de canto Soldaditos de Tartagal, en bicicleta y a pie; a las 11, el grupo DAF, de Metán; a las 10, el contingente “Metán camina al Milagro”, que cumple veinte años; a la 1, el grupo de Amblayo; y a las 6, “El Galpón a pie”, de la parroquia San Francisco Solano.
inicia sesión o regístrate.
Se echaron a andar con la fidelidad de quien intuye una presencia divina acompañándolo y por eso confía en tener vigor para recorrer kilómetros entre valles y montañas, entre cánticos e imploraciones. Ayer, a las 4, partió la peregrinación de las Cuevas, Rosario de Lerma; a las 18, potrero Payogasta; a las 11, el grupo de canto Soldaditos de Tartagal, en bicicleta y a pie; a las 11, el grupo DAF, de Metán; a las 10, el contingente “Metán camina al Milagro”, que cumple veinte años; a la 1, el grupo de Amblayo; y a las 6, “El Galpón a pie”, de la parroquia San Francisco Solano.
Amalia Grané, del Grupo DAF (Devoción al Señor y a la Virgen del Milagro, Amor al prójimo y Fe en Dios) de Metán, contó a El Tribuno -antes de partir- que su contingente está conformado por 430 personas. Ellos caminarán cinco días hasta llegar a Salta, pero comenzaron a trabajar desde marzo, cuando organizaron ventas de comida, rifas y lotas para juntar el dinero que financió el transporte y las provisiones. Las paradas que los esperan: Curupay, Lumbreras, Juramento, Cruz Quemada, Cabeza de Buey, Cobos e Higuerillas. Amalia destaca que este año se inscribió el doble de personas que el año pasado. “Cada vez es más la gente que quiere acercarse al Señor y la Virgen del Milagro, algunos para pedir, otros para agradecer; pero todos pedimos como nuestro Santo Padre, por la paz del mundo”, expresa. Detrás de la fe, aquel enigma que está más allá de todo poder y voluntad, siempre hay historias. Historias en las que la gracia y la misericordia divinas propiciaron vínculos de filiación y fraternidad. “Metán camina al Milagro” está compuestos por 250 peregrinos, pero se inició con un solo promesante: un hombre que hace veinte años comenzó a caminar en agradecimiento por el milagro que recibió, ya que había entregado a los santos patronos de Salta a un hijo con hidrocefalia. Noemí Cazón, otra de sus hijas, camina junto a varios miembros de su familia porque para ellos llegar a la morada del Señor y la Virgen del Milagro no es solo desfilar ante unas imágenes, sino hallar un lugar especial donde recogerse silenciosamente. También la anima ser testigo y “discípulo, como nos pide el Papa”. Ellos tienen diagramadas sus paradas: cruce de Lumbreras, Cruz Quemada, Cobos y Gauchito Gil.
Gloria Ortega, de “El Galpón a pie”, cuenta que forma parte de un movimiento relativamente nuevo, que tiene cinco años. Un solo corazón infatigable, Carlos Garnica, inició este recorrido de fe, al que este año se adhirieron 60 voluntades. Tienen por delante 160 km y cuatro días de caminata. Llevarán como distintivo un poncho marrón que remite a San Francisco Solano; sin embargo, no pueden dejar de guardar en su mente y en su corazón a otro gran jesuita: por eso orarán por la paz del mundo.
Los padrinos de los caminantes
Por cuatro año consecutivo Rita Pardo y su hijo Martín llegaron a Santa Victoria oeste para acompañar a los que caminarán que ya marchan en nombre del Señor y la Virgen del Milagro. Son los padrinos de esta peregrinación desde hace cuatro años y llegan desde Runsiman, Santa Fe. Este año trajeron donaciones que se repartieron entre las escuelas y los peregrinos de los parajes de ése departamento. La meta para el año que viene es construir un comedor en la escuela San Felipe de Santa Victoria Oeste.
Este año Rita viajó no solo con su hijo Martín, sino con su hija mayor Valeria, su nieta Antonieta (5 años) y su nuera, Juliana Lalinde. Todos se sumaron a la iniciativa que Rita encaró desde 2009 con el apoyo de la escuela 6253, José de San Martín.
Entre las donaciones que acercaron a los residentes de Santa Victoria hubo 2.500 kilos de mercadería que se repartió entre los peregrinos y los establecimientos educativos de Acoyte, Punco Vizcana, San Felipe, La Falda, El Puesto, el albergue infantil, hospital y Pucará.
Se entregó una cocina industrial para este último paraje y se repartieron zapatillas para los peregrinos y para los niños de las escuelas. Además de un grupo electrógeno para la iglesia de Acoyte.
“Lo hacemos porque primero queremos acompañar, pero también queremos que quede algo en éstas localidades. Queremos que los que caminan vean que su sacrificio da frutos”, explicó Rita a El Tribuno desde su hogar, al sur de Santa Fe.
Piden que no dejen perros
El Grupo Mascotero, formado por proteccionistas particulares y amantes de los animales, se pone en alerta durante la época del Milagro y busca advertir a los peregrinos que llegan a Salta con mascotas, que les coloquen una cinta, pañuelo o pechera con identificación, dirección y un número telefónico para ser contactados. En el caso de que se trate de animales callejeros, solicitan que les pongan el lugar de proveniencia.
La iniciativa surgió de que “vemos cómo todos los años, tras el Milagro, se incrementa la población canina en la plaza 9 de Julio con las lamentables consecuencias que esto supone, tanto para los que quieren a los perros, como para quienes no los quieren. Siempre se observa, después de estos días, a algunos animales con collar, una cinta roja o una cuerda, pero sin identificación alguna, que están perdidos. Por eso pensamos que una forma de poder ayudar a los reencuentros con sus dueños es identificándolos”.
Los perros sueltos en el microcentro constituyen un problema sociocultural de difícil resolución. La tenencia responsable de mascotas dictamina que cada propietario vele por una convivencia armónica y compatible de sus animales con la higiene, salud pública y seguridad de las demás personas y bienes.