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El periodista radial y reportero gráfico “free lance” Armando Álvarez (30) de Tartagal fue detenido el lunes en la localidad boliviana de San José de Pocitos luego de que una conocida puntera política del municipio de Salvador Mazza, de nacionalidad boliviana y que reside en Pocitos boliviano, lo denunciara ante la Policía de ese país. El comunicador fue víctima de empujones e insultos por parte del comandante de frontera. Según relató Armando Álvarez, él había llegado el lunes a media mañana hasta la municipalidad de Salvador Mazza “para conocer acerca de Luna Ugarte, de quien se comenta es una de las punteras que maneja los votos de los bolivianos de Yacuiba y de San José de Pocitos y la distribución de planes sociales en esas dos localidades”.
Efectivamente y como Álvarez lo mencionaba, Luna Ugarte es mencionada como la persona que en las últimas elecciones -en que el FPV se impuso ampliamente-, manejó alrededor de 2.500 votos a un promedio de $250 cada uno, de ciudadanos de San José de Pocitos y de Yacuiba.
“Cuando llegué a la municipalidad de Salvador Mazza, pregunté por ella en la oficina de personal; quería saber si esta mujer era empleada municipal; una de las empleadas me respondió "si y no; trabaja y no trabaja', pero igual me dieron su dirección”.
Alvarez se dirigió entonces hacia la localidad boliviana de San José de Pocitos, a la casa de la mujer, y fue atendido por una hermana, apodada Teté. “Me dijo que Luna estaba durmiendo -era cerca del mediodía- y que vuelva más tarde; regresé media hora después y la mujer estaba muy nerviosa, comenzó a preguntarme para qué la buscaba a su hermana y quien me había mandando”, recordó el reportero.
A los pocos minutos arribaron al lugar efectivos de la policía de Bolivia quienes, a pedido de las dos mujeres, lo detuvieron y lo llevaron hasta la comisaría de San José de Pocitos, donde permaneció una hora. Luego fue trasladado al edificio de la FELCC (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen) en Yacuiba.
"Los efectivos no sabían decirme por qué estaba detenido, al punto que uno de ellos llegó a decirme "amigo, no sé porqué ni para qué te tenemos aquí'”.
Luego de dos horas, según recordó, “llegó el comandante de frontera, ordenó que me saquen de la celda para que en su presencia hable con Luna Ugarte, su hermana y otro hombre. Luna me exigía que le dijera mis datos personales y como le respondí que ella no era nadie para exigirme eso, el comandante de frontera me dio un golpe y un empujón y me dijo que yo debía "colaborar con la investigación'. Tuve que decirles lo que querían pero ella me seguía preguntando quien me había mandando. Luego de esto volvieron a meterme en la celda”.
Durante todo ese tiempo periodistas del norte provincial intentaron conocer qué había sucedido con él, ya que no respondía su teléfono. El Tribuno se comunicó la Policía Federal Argentina de Salvador Mazza, pero ningún ciudadano argentino figuraba como detenido en Bolivia. “Cerca de las 7 de la tarde vino un efectivo, me dijo que Luna Ugarte "ya me había investigado' en Argentina, que yo efectivamente era periodista en Tartagal y que era muy querido por todos mis colegas y que solo por eso me daban la libertad. Cuando le pregunté si debía firmar algún acta por mi liberación me dijeron que no había nada para que firme”.
Álvarez explicó que formalizará la denuncia "en los organismos que correspondan. “Quise hacerla en la fiscalía penal de Tartagal pero me dijeron que la tengo que hacer en Bolivia. Quedó demostrado que los periodistas no tenemos ninguna ga rantía en Bolivia, ni en nuestro país'.
La Municipalidad no responde
El Tribuno trató de contactarse en varias oportunidades al teléfono personal de la interventora de Salvador Mazza, Mercedes Junco, pero la funcionaria - que reemplazó al ex intendente Carlos Villalba - nunca respondió. La inquietud de este medio era saber si efectivamente Luna Ugarte figura como empleada municipal, si cumple horario como todo el personal, qué relación tendría la mujer con el destituido intendente Villalba y con el manejo de los votos de ciudadanos bolivianos - en especial bagayeros - pero también comerciantes y vecinos comunes que votan en Argentina toda vez que hay elecciones a cambio de dinero. Es vox populi en la frontera que en la elección de las PASO en las que los punteros de Villalba sumaron votos para el candidato Rodolfo Urtubey, que se pagaban a un promedio de 250 pesos cada uno. “Hay muchos negocios demasiado raros; deudas millonarias que tiene Villalba con gente muy pesada del otro lado pero nadie te hablará de frente de esas cosas porque son mafias que manejan todo incluida la policía” refirió un comunicador que pidió estricta reserva en su identidad.