inicia sesión o regístrate.
La barbarie, la impunidad y la locura generalizada que envuelven a la sociedad, y por ende también al fútbol, golpearon nuevamente en Central Norte, con un episodio protagonizado por los barras que tuvo repercusión nacional. Pero en Gimnasia y Tiro no quisieron ser menos y también aparecieron los violentos; esos tristemente célebres personajes que se creen omnipotentes y están en todos lados, en todos los clubes, los que se potencian a partir de la crisis que atraviesa el fútbol, en particular el local.
Todo lo acontecido en la jornada de jueves fue una muestra más de que la delincuencia se mueve en las narices de la Justicia y de la Policía. Y por eso nadie dice nada, nadie reclama, nadie denuncia, nadie hace nada...
Los violentos vienen ganando terreno desde hace tiempo, observando la pasividad y la complicidad de las autoridades. Y tuvieron su momento de fama ayer en el club cuervo y en la sede del albo. Lamentable.
En Central Norte
En el barrio Norte tres barrabravas (bajo los efectos del alcohol u otra sustancia) amenazaron ayer a los jugadores del plantel cuervo con un arma de fuego. Los futbolistas se preparaban para dirigirse al entrenamiento matutino en el predio de Abogados, cuando los barras irrumpieron en el vestuario del club de barrio Norte. Casi sin mediar palabras, uno de los inadaptados sacó un arma de fuego y amenazó con “repartir balas” para todos si el equipo no gana el domingo en Tucumán. Cuentan testigos que en ese momento no se encontraban todos los jugadores presentes y que todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
Los delincuentes actuaron en menos de cinco minutos y se marcharon a toda velocidad en un auto que los esperaba en la puerta del club. Y, lo que es peor, todo sucedió a pesar de la custodia policial que tiene la institución desde hace varios días, de manera permanente y casi las veinticuatro horas. Por eso la indignación del cuerpo técnico y de los mismos dirigentes fue total. Llamó la atención que justo cuando los jugadores llegaban al club la pareja de uniformados se trasladó hasta la esquina opuesta.
Luego de vencer el lógico temor, como sucede en estos casos, el grupo de jugadores amenazado realizará recién hoy la denuncia de manera conjunta, por lo cual los agresores pueden ser identificados. En el club aseguran que la Policía ya sabe quienes son los responsables, ya que algunos de ellos habrían sido denunciados cuando el presidente del club, José Macaione, sufrió la ruptura de los vidrios de su camioneta. Y son los mismos imbéciles que ya le habían hecho una “visita” al plantel la semana pasada, aunque aquel encuentro fue en buenos términos. Lo cierto es que estos delincuentes tuvieron todas las facilidades para ingresar al club casi sin ser vistos. ¿Acaso están protegidos por alguien o fueron enviados por alguien? En el cuervo todos están bajo sospecha y ya nadie confía en nadie.
En Gimnasia y Tiro
Como un “dejá-vu”, la lamentable escena vivida ayer en barrio Norte en horas de la mañana se proyectó como una réplica por la tarde en la Vicente López, aunque en un tenor mucho menor y con la pronta intervención policial: los jugadores del albo arribaban al club para dirigirse a la concentración en La Calderilla, en el momento que fueron interceptados por un grupo de mal llamados hinchas, quienes, sin portar armas pero de manera nuy agresiva increparon a los jugadores: “Dejen de salir de joda y ganen mañana”, les habrían advertido.
Macaione:“La Policía sabe bien quiénes son”
José Macaione, presidente de Central Norte, aseguró que la Policía sabe quiénes son los barras que amenazaron a los jugadores. Y recordó que cuando sufrió aquel incidente con su camioneta realizó una denuncia con nombres y apellidos de los agresores, pero nunca hubo respuestas, ni detenciones ni nada al respecto. Encima, la denuncia fue realizada en la Brigada de Investigaciones. “Ellos saben quiénes son, espero que esta vez actúen como tiene que ser”, dijo Macaione, muy molesto.
El presidente adelantó que, a raíz de lo sucedido, tomará ciertas medidas para controlar el ingreso de las personas al club.
En tanto, los jugadores del cuervo no le quisieron dar trascendencia a las amenazas y entrenaron con normalidad en el predio de Abogados.
El único que se refirió brevemente al caso fue el DT Coleoni: “Esto no nos va a bajonear ni nos va a voltear”, comentó refiriéndose al estado de ánimo del grupo y al partido que Central Norte jugará el domingo en Tucumán.
De Giorgi contó detalles de la amenaza de los barras
Al igual que todos los jugadores del plantel de Central Norte, Carlos De Giorgi no quiso referirse a las amenazas en los medios salteños, pero se animó a contar todo en otros medios, que no son de la provincia.
El arquero relató cómo sucedieron los hechos en Deporvox.com, un programa de transmisión “on line”, el mismo grupo de trabajo del sitio interiorfutbolero.com.ar, con sede en Capital Federal.
“Tenían un arma pero no apuntaron a nadie, se pasaron de mambo”, dijo el guardavallas, según reprodujo la cuenta de Twitter de interiorfutbolero. “Por suerte no reaccionó nadie sino estaríamos hablando de otra cosa”, agregó.
El arquero relató que cuando llegó al club, “no había policías y estaban los barras adentro”, haciendo referencia a la custodia policial.
“No conozco mucho cómo se manejan (los barras), pero entendí que hubo problemas porque el presidente no les quiso dar entradas a los barras...”, dijo el arquero en otra parte de la entrevista.
Por otra parte, De Giorgi, quien llegó al club en julio como refuerzo y es uno de los futbolistas de mejor rendimiento en el equipo cuervo, aseguró que el mal trance no lo afecta particularmente y descartó que vaya a abandonar al cuervo. “Yo me quedo igual o con más fuerzas que siempre; anímicamente estoy igual o con más fuerzas que antes”, dijo el arquero y agregó: “El grupo está fuerte y con muchas ganas de salir adelante de esto”.
La palabra de la Policía
“Hasta el momento no tengo conocimiento que los sujetos involucrados en el incidente con la camioneta del presidente sean los mismos que amenazaron a los jugadores. Se notificó de lo sucedido a la Policía a través de un aviso en la Comisaría 5ª, y una vez que se efectúe la denuncia se procederá a actuar para dar con los culpables”, le dijo a El Tribuno el subjefe de la Policía, el comisario Angel Silvestre.
“Zona liberada” en barrio norte
Los hechos de delincuencia son frecuentes en Central Norte desde hace un par de meses. No menos de cinco situaciones tan confusas como lamentables sucedieron en el club en este corto tiempo, como si la zona estuviese liberada para los malvivientes.
Aunque uno de los primeros acontecimientos se produjo en el predio de la Liga Salteña de Fútbol, cuando el plantel realizaba la pretemporada. Un grupo de barras acudió al lugar para llevar bolsas de frutas y para dar “el primer apoyo” al nuevo plantel.
Al poco tiempo a Nicolás Lauría Calvo, ayudante de campo de Gustavo Coleoni, le robaron varios elementos de trabajo, mientras el plantel entrenaba a metros del lugar: en el Legado Güemes. Rompieron las puertas del vestuario del cuerpo técnico sin ser vistos por nadie.
Después llegó una reprimenda para el presidente José Macaione. El dirigente sufrió daños en su camioneta particular; un grupo de hinchas le rompió las ventanillas cuando se negó a dar entradas.
Hace ya un par de semanas atrás un par de sujetos, supuestamente hinchas del cuervo, ingresaron al local comercial “Cuervo pasión” y robaron varias prendas de vestir. A los pocos días se produjo otro robo, esta vez en el vestuario de los profesores de las divisiones inferiores.
En tanto, la semana pasada se produjo un “apriete” a los jugadores cuando el plantel trabajó en el estadio Padre Martearena. En aquella ocasión, un grupo de barras (serían los mismos que ayer amenazaron con un arma de fuego) se metió “de prepo” a la cancha y condujo a los futbolistas adentro del vestuario para exigir que se “levante la puntería” en el campeonato. Luego vino el empate, de local, ante Guaraní.