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El árbol no tapa el bosque en Gimnasia y Tiro, y eso está bien. Las luces de una victoria contundente y una remontada rescatable, la de la victoria del albo anoche ante San Jorge, por 4 a 2, no debe encandilar, marear, ni mucho menos tapar la realidad.
Lo cierto es que el triunfo millonario también evidenció falencias defensivas, como las desnudadas en los goles del expreso tucumano: responsabilidad del arquero Ernesto Hernández en el primer tanto y de toda la defensa en general en el segundo, de Abel Olmos, en el que hubo desatención y se perdieron las marcas.
El guardavallas uruguayo no escapó de la autocrítica, y en frío analizó sus errores y habló de replanteos. "Me voy contento por mis compañeros y porque le dimos al fin una alegría a la gente. Pero tengo que replantearme muchas cosas en la semana para encarar lo que viene con las pilas recargadas. Hubo errores que no se pueden pasar por alto", advirtió el "uno" de Gimnasia.
Pero Hernández no dejó de resaltar los méritos de un triunfo importante: "San Jorge es un gran equipo, pero tuvimos la lucidez de sacar esto adelante". Y en cuanto a la reacción de los hinchas en contra del equipo en el momento más álgido, con el 0-2 abajo, el arquero bajó los decibeles. "Los hinchas siempre van a querer que Gimnasia gane y juegue bien, pero en el fútbol de hoy esto a veces es difícil".
Por su parte, el goleador del partido, Leandro Zárate, comentó: "San Jorge tiene una pegada fenomenal desde afuera y así llegó el primer gol. El descuento (de Matías Ceballos, de tiro libre) sobre el final del primer tiempo fue clave, porque si nos íbamos al descanso con dos goles abajo, se nos complicaba de verdad. Pero el equipo salió a hacer bien las cosas y lo demostró. Físicamente, me sentí mejor que en otros partidos. Me conozco, sé lo que puedo llegar a dar y sabía que no estaba bien", explicó la Chancha.