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De generación en generación es la frase que mejor encuadra para describir la esencia del polo. Ayer, las canchas de La Loma de Zamora en El Carril fueron el lugar donde grandes y chicos se dieron cita para disfrutar el cierre de la 14ª edición de la copa Néstor Zamora.
El último partido del certamen puso en juego nada menos que el máximo trofeo: la copa de oro de mediano handicap.
Tucumán no desentonó y superó a Chapaleufú de La Pampa por 9 a 8; triunfo que le permitió ubicarse en la cima de las posiciones y consagrarse, por primera vez, como campeón.
Cada chukker del encuentro fue absolutamente disputado. Así lo demostró un marcador que nunca tuvo varios puntos de diferencia.
Con paciencia y cuidando cada una de las jugadas propias y contrarias, los tucumanos confirmaron el porqué fueron los mejores del certamen.
Al costado de la cancha y con las aspiraciones de celebrar “en casa”, el equipo de La Loma de Zamora Cofin nada pudo ante el resultado que coronó a Tucumán, y terminó ubicandose en el segundo lugar de los equipos de mediano handicap.
La copa de plata fue para los correntinos de Santa Catalina que se quedaron con el tercer puesto. El año pasado, bajo el nombre de ERSA, fueron los encargados de levantar la copa más importante.
Esta vez el festejo salteño llegó de la mano de Gata Flora, que le ganó en la final por la copa de oro de bajo handicap al también representativo de nuestra provincia Mundo Gráfico, por 10 a 7.
Una final netamente salteña y que ofició de previa a lo que se viviría luego con el partido por el oro en MH.
“El evento más importante del norte argentino”, coincidieron la mayoría de los jugadores que participaron en la tradicional competencia. Provenientes de distintas provincias de la región y también los sureños de La Pampa, que con 2.000 km de distancia no dudaron en estar nuevamente presentes.
Con bajo perfil pero sin perder detalle, Ramiro Zamora (P) tampoco se mostró ajeno a un torneo que lo vive como local y sobre todo como parte de la tradición polística de Salta. Una tradición familiar que supo inculcar a sus hijos y que hoy lo tiene afuera de las canchas pero con el corazón y la mente puestos en ella.
“Es un orgullo contar con este torneo. Cada año se hace más grande y sobre todo mantiene la amistad y compañerismo entre todos”, aseguró don Ramiro.
En medio de trofeos, caballos y mucho polo en el ambiente, la afición salteña tuvo su fiesta. La misma que los reúne hace mas diez años y en la que la familia y las distintas generaciones marcan tendencia en cada rincón de las canchas de El Carril.
El resto de la actuación de los equipos locales
Con doce equipos en competencia, la copa Néstor Zamora contó con la participación de una importante cantidad de representantes salteños. Es el caso del equipo de Cornejo-Rovaletti que se alzó con la copa de plata de bajo handicap, al superar en la final a los también salteños de La Montaña por 9 a 4.
La Loma de Zamora Mustad no tuvo el mismo desenlace, ya que cayó ante los tucumanos de Tapia Gemsa en la final de la Copa Amistad por 7 a 4, también en la categoría de BH.
El legado heredado con apellido y nivel
“El polo se trasmite mucho. Es una tradición familiar que nos hace parte de este deporte”, expresó Ramiro Zamora (h), quien junto a su hermana Milagros tomaron hace tiempo la posta en la organización del certamen.
“Sería muy bueno que el polo se expandiera más. Eso nos daría mayor competencia y nivel. Pero tampoco hay que dejar de lado que es un deporte caro. Es difícil empezar a jugarlo sin contar con una estructura que te acompañe, pero nada es imposible”, apunto el joven polista dueño de un apellido que en el polo cuenta con un lugar más que reconocido.