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Si la mayoría de los beneficiarios del plan Procrear tienen enormes dificultades, no tanto para acceder a los créditos que otorga la Nación, sino para la compra de un terreno donde construir, ¿por qué a funcionarios del Gobierno provincial les fue tan fácil acceder a lotes a precios de bicoca y en exclusivos countries en los verdes suburbios de la ciudad?
Por más empeño que pongan desde el Gobierno en tratar de desviar la atención, la diferencia entre unos y otros casos es demasiado evidente y causa una profunda indignación. Pese a las desmentidas, no hubo posibilidad de salida para aquellos funcionarios beneficiados que, además del crédito, habían “tenido la suerte” de encontrar terrenos a 40 y 50 mil pesos en lugares exclusivos, donde los lotes superan hasta 20 veces ese irrisorio valor.
Se dijo que la operatoria era legítima, que los créditos Procrear habían sido distribuidos “como caramelos” en Salta y que, en definitiva, los informes periodísticos de El Tribuno atacaban la saludable metodología de entrega de la ayuda social para que la gente pueda acceder a su vivienda.
Pero la vivienda tenía que ser única, algo que se pretendió ocultar en las operatorias de los funcionarios y familiares bendecidos. Esta ayuda les fue otorgada pese a los condicionantes y eso es, al menos, una inmoralidad, aunque el vocablo no esté incorporado al lenguaje cotidiano de muchos representantes del Gobierno.
Ahora se anunció otra operatoria, pero mucha gente seguirá sin conseguir ni un humilde terreno donde construir su sueño, mientras otros ya están terminando verdaderas mansiones con los mismos fondos.
Procrear y Lomas de Medeiros tienen algo en común y es la suerte de los funcionarios que salieron sorteados. Un hada madrina que siempre aparece para cumplirles los sueños, no ya de la vivienda única, sino de varias.
Lamentablemente, aquellos que realmente las necesitan deberán armarse de paciencia y seguir esperando.