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25 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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La vida cotidiana en el doble acampe docente

Domingo, 04 de mayo de 2014 03:03

Samuel preparaba sándwichs de jamón y queso con pan francés mientras aguardaba que se calentara el agua para el mate. Eran cerca de las 19 y el viento en la ruta 34 antes del peaje de Aunor empezó a soplar más fuerte. “Será que ya hay agua para hacer mate”, preguntó una profesora que necesitaba atenuar el frío.

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Samuel preparaba sándwichs de jamón y queso con pan francés mientras aguardaba que se calentara el agua para el mate. Eran cerca de las 19 y el viento en la ruta 34 antes del peaje de Aunor empezó a soplar más fuerte. “Será que ya hay agua para hacer mate”, preguntó una profesora que necesitaba atenuar el frío.

Con pocas palabras y cabizbajo, Samuel contó que es maestro en la escuela Arenales, ubicada en avenida Independencia y Los Lanceros desde hace cuatro años. Participa de la protesta docente desde el primero de abril, durmió 20 noches en la plaza 9 de Julio y ya lleva tres a la vera de la ruta. “Acá por la noches se siente mucho frío. Tengo mi colchón y algunas colchas pero la verdad no se descansa bien, se duerme poco y nada”, dijo el joven.

Sobre una mesa, improvisada con un tablón de madera, se amontonan las provisiones: bolsas de tiras de pan, gaseosas baratas, agua, fiambre y elementos de uso cotidiano. A un costado, una olla con 30 litros de agua permanece en el fuego que de a ratos avivan con más leña. Para las tareas diarias (comida, limpieza, etcétera), los docentes se organizan en grupos que van rotando.

Edith tiene 47 años y es madre de cinco chicos, uno de ellos discapacitado. Es maestra de cuarto grado en la escuela José Manuel Estrada de San Lorenzo y también está en la lucha desde el primer día.

Con la remera blanca de Docentes Unidos de Salta puesta, la docente asegura que no es del Partido Obrero. “Respeto a los compañeros de las agrupaciones pero estoy aquí para luchar por un sueldo digno. Vivo gracias al almacenero, verdulero, carnicero que me fían, pero termino súper endeudada y no es justo para mí ni para mis hijos”, señaló la educadora con 17 años de antigedad.

Por la protesta que ya entró en el segundo mes, la docente regresa a diario a su casa a las 2 de la madrugada agobiada. En la plaza 9 de Julio hasta le tocó festejar el cumpleaños número 4 de Joaquín, su hijo menor con síndrome de down.

“Tampoco quiero dar lástima, quiero trabajar y que valoren a mis colegas y a mi porque para eso estudiamos”, agregó Edith, que cobró en marzo 4.580,74 de bolsillo. Contó que intentó sacar el nuevo recibo de la web oficial pero no pudo debido a que el sistema está bloqueado. “Lo hicieron maliciosamente”, sostuvo.

Ayer, nuevamente, hubo cortes intermitentes en el peaje de Aunor. Cada media hora interrumpieron el tránsito vehicular por 15 minutos. En segundos, filas interminables de automóviles, camiones y colectivos. Los bocinazos se hicieron escuchar.

¿Un comunicado falso?

Tras la retirada del dirigente Víctor Gamboa y su gremio Sitepsa de la protesta docente que ya entró en el segundo mes, la asamblea se volvió a reunir. En la convocatoria multitudinaria se ratificó el paro por tiempo indeterminado, medidas de fuerza en las distintas localidades del interior y una marcha provincial hacia la Legislatura el próximo martes, a las 17.
Sin embargo, ayer, se difundió un comunicado con la supuesta firma de Docentes Unidos, donde se informa que mañana los maestros vuelven a clases. 
Un delegado de los autoconvocados advirtió: “Quieren confundir a la docencia con estos mensajes falsos, la asamblea es soberana y decidió seguir con el paro”.
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