inicia sesión o regístrate.
Fue una finalísima. Independiente de Avellaneda logró regresar a la máxima categoría del fútbol argentino y cumplir su objetivo luego de superar por 2 a 0 a Huracán, en el partido jugado ayer en el estadio Ciudad de La Plata. Ni siquiera los mala “racha” con el árbitro Diego Ceballos frenó al diablo.
Durante los primeros 20 minutos, Independiente fue una síntesis de lo que mostró en la mayoría de los 42 partidos de su estadía en la B Nacional. El equipo de Omar De Felippe fue superado en la primera parte de la etapa inicial ante un Huracán seguro, que llegaba como favorito después del desenlace en la última fecha.
Sin embargo, el rojo fue de menor a mayor gracias a un Daniel Montenegro que esta vez sí se mostró participativo, más los desbordes de Matías Pisano y la garra de Federico Mancuello, hicieron que el 11, que en un principio estaba en duda por una molestia, se pierda un gol increíble a los 26’ gracias a una muy buena intervención del arquero quemero, Marcos Díaz.
Finalmente, 10 minutos después, tras un gran desborde de Pisano, Martín Zapata aprovechó el arco visitante en soledad y la mandó a guardar. Delirio y algarabía fue para la gente que se ubicó en el sector sur.
En el complemento, más por amor propio y los cuidados de Independiente, Huracán atacó constantemente pero sin claridad, salvo la polémica jugada del gol de Wanchope Abila que, según mostró la televisión, no estaba adelantado. La segunda etapa fue jugada a puro nervio, por eso De Felippe eligió sacar a Pisano y poner a otro rápido como Francisco Pizzini. Justamente el surgido en las divisiones inferiores fue el encargado de sellar el resultado a los 41’, tras pasar a Díaz, para que los jugadores, dirigentes e hinchas sientan el regreso a Primera después de 361 días.
Tras el desahogo final, Cristian Tula encaró a los medios presente y dijo: “Esto es algo que siempre quisimos lograr, lamentablemente son las cosas que nos ha tocado vivir, luchamos contra todo. Nosotros solo sabemos lo que hemos sufrido. Todos nos daban por muertos, ya estábamos metidos en un cajón”.
El propio De Felippe, un aplaudidísimo Rolfi Montenegro, Federico Insúa y Morel Rodríguez también mostraron su alegría después de tantas pálidas.