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Luego de que la selección de Sabella ganara el fin de semana a Bosnia por 2 a 1, en una explosión de Lionel Messi, los medios brasileños salieron a ironizar el triunfo y minimizaron la victoria, pero el “escupitajo” les cayó en plena cara. Claro, se olvidaron de que Argentina fue la única selección que llenó el estadio. Ellos no.
Lo cierto es que ayer frente a México, Brasil fue solo una pantalla de un equipo mediocre, su potencial tuvo el mismo resultado que el partido: cero. Así, los locales comenzaron con una puesta en escena digna de Hollywood. Mientras se entonaban las estrofas del Himno nacional brasileño, se vio a todo el plantel dirigido por Scolari compenetrado. A Dani Alves se le inflamó la vena del cuello por el tono de voz que usó para cantar, y al crack verdeamarelo Neymar se lo vio quebrarse en el final, a tal punto que debió cubrirse los ojos.
Aunque después, lo que fue considerado como un “valiente” equipo mexicano terminó siendo el “verdugo de los brasileños”, que deberán enfrentarse ahora con Camerún, pensando en que quedó muy comprometida su clasificación.
Y como este Mundial sigue lleno de sorpresas, los belgas lograron dar vuelta el partido y ganarle a Argelia gracias a sus suplentes y los rusos empataron con Corea y aburrieron. Todo puede pasar.
Guillermo Ochoa sigue cumpliendo sueños. Este es su tercer Mundial, pero el primero en el que logró la titularidad y, encima, no recibe goles.
Pudo mantener el cero en el arco nada menos que contra Brasil, el gran anfitrión de esta Copa.
“Creo que fue la mejor actuación de mi vida. Mantener el cero en una Copa del Mundo contra el anfitrión no es fácil, el remate de Thiago Silva fue el cabezazo más complicado de atajar”, dijo el arquero que jugó en la última temporada en el AC Ajaccio de Francia.
El “Memo”, de 28 años, fue designado titular un día antes de que dé inicio el Mundial. “Gracias a Dios se dan las cosas. Estoy contento porque nunca bajé los brazos, siempre seguí trabajando y hay que seguir porque esto continúa”, dijo el portero ya pensando en Croacia, al que enfrentará el próximo lunes.
Esta vez Brasil no pudo. Fue un partido casi perfecto para México, que tuvo como abanderado a su arquero, Guillermo Ochoa. La selección anfitriona empató sin goles con el “tri”, que se llevó lo que había salido a buscar: rescatar aunque sea un punto.
Ochoa se llevó todos los laureles y fue elegido como el jugador del partido por la propia FIFA. Y seguramente cumplió su sueño negándole un grito de gol a Neymar, después de un centro de Dani Alves, en la más clara del primer tiempo. Pero eso no fue todo, en el complemento, también contuvo tuvo dos chances claras de Brasil: un zurdazo de Neymar y un cabezazo de Thiago Silva.
Sin dudas, fue el gran héroe de todo un país que, sobre el final, se ilusionó con abrir el marcador de contraataque, pero no estuvo fino.