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Luego de que ayer el rey Juan Carlos rubricara la ley de abdicación al trono que lo mantuvo por 39 años como monarca de España, el país se quedó por unas horas sin rey. Pero todo volverá a la normalidad a partir de hoy a las 10 cuando su sucesor Felipe VI preste juramento en el Congreso de los Diputados.
Desde que el Parlamento aprobara la semana pasada, por amplia mayoría la norma legal, el país todo y particularmente la ciudad de Madrid empezó a tomar un colorido muy particular.
Como lo graficaron algunos medios, los preparativos para el magno acontecimiento tuvieron ‘patas arriba‘ el Congreso de los Diputados con operarios trabajando contrareloj para dotar el hemiciclo de las condiciones adecuadas para la cita histórica.
A partir del martes comenzó en embanderamiento de las viviendas madrileñas con los clásicos colores amarillo y rojo, mientras las estanterías de las casas comerciales fueron multiplicándose de souvenires con las imágenes de Felipe y Leticia, el joven matrimonio que regirá a partir de mañana los destinos de la Casa Real.
Como era de esperar los turistas se apiñaron en la primera feria ubicada a metros del Teatro Real para adquirir las primeras remeras con las imágenes de la flamante pareja.
El Tribuno asistió hoy a un simulacro de desfile frente al edificio de Diputados a cargo de las distintas fuerzas de seguridad. El gallardo paso de los efectivos fue seguido por medios de comunicación de todo el mundo, principalmente las cadenas de televisión que se instalaron con sus camiones en lugares estratégico para disponer de la mejor toma al momento de que los nuevos monarcas presten el juramento de rigor.
Esta noche, la gente comenzó a agolparse frente a la pequeña plaza ubicada frente al Congreso para esperar el momento cumbre.
‘Venimos especialmente de Argentina para participar de esta fiesta‘, expresaron Andrés y Silvana, un matrimonio de Rosario. ‘Yo por nada del mundo me iba a perder esto y aquí estoy‘, dijo emocionada Aracely, una morena colombiana, mientras trataba de localizar a dos amigas que extravió en la histórica plaza Puerta del Sol.
Más allá de la algarabía que se vive en el país, los españoles sienten que con el renunciamiento de Juan Carlos y la reina Sofía, se van dos personas muy queridas, amadas y respetadas. ‘Sin duda que los vamos a extrañar porque son dos personas extraordinarias‘, expresó Manuela mientras seguía por la televisión la ceremonia en el Salón de Columnas del Palacio Real, donde Don Juan Carlos estampó la firma de la ley orgánica de abdicación. Con ello quedó sentenciado un hecho histórico, en el que por primera vez la máxima autoridad de la monarquía entrega el trono a un sucesor, en este caso a su hijo Felipe.
La expectativa está centrada en el nuevo rey de España y en ese sentido hay opiniones de todos los colores. Pero más allá de algunos cuestionamientos, lo que nadie puede discutir es que Felipe está capacitado para aguantar el trajín de la pesada corona que hereda. Quizás lo único que lamentarán lo presentes a la ceremonia será la eliminación de España en el Campeonato Mundial de fútbol.
El más preocupado será, sin duda, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. ‘No se preocupe su majestad, al partido con Chile ya lo tenemos arreglado‘, le había expresado a don Juan Carlos. Por fortuna, el exrey no asistirá a la ceremonia de mañana.