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Puede sonar exagerado, pero podemos decir, literalmente, que Saturnino Torres y Esteban Farfán llevan consigo el secreto de la juventud. Más de uno quisiera llegar a los 77 años y continuar en actividad con un estado físico envidiable.
El Tribuno dialogó con estos dos pintorescos personajes del fútbol salteño que están lejos de las marquesinas de la fama, pero que sienten el fútbol como pocos y lo disfrutan cada sábado defendiendo los colores de Federación B en el torneo de veteranos, categoría súper 60.
Hay que sacarse el sombrero por estos titanes del fútbol, curtidos por los años, quienes mantienen el alma joven y una vitalidad excepcional.
Experiencia y picardía pura portan estos protagonistas, principalmente Esteban Farfán, quien a modo de presentación expresó: “El que no lo conoce a Mandinga, no conoce Salta. Me hice famoso jugando al fútbol en Federación”, destacó con el pecho inflado y entre risas.
El popular Mandinga no tiene la mínima intención de colgar los botines. Es más, “mi familia me dice ‘dejá de joder viejo’, pero a mi corazón le tira venir a jugar. Si dejo el fútbol capaz que se termine mi vida. Disfruto el poco hilo que me queda en el carretel”. La alimentación y la actividad deportiva fueron los principales ingredientes que conservaron el vigor de Farfán. “Tengo compañeros menores que no juegan, no les da el cuero; no son como Mandinga”, distinguió al final de charla Farfán, un verdadero personaje del fútbol salteño.
Un perfil totalmente diferente es el de Saturnino Torres, quien tuvo una presentación mucho más modesta: “Debuté en la primera de Federación Argentina a los 17 años, contra Mitre; metí el gol del triunfo, ganamos 2 a 1”, recordó y añoró el veterano.
Uno de los logros más importantes en su carrera fue cuando “salimos campeones invictos con Junín en el 62. Fui goleador y capitán de aquel equipo”, relató Farfán.
Así como protagonizó tantas alegrías, también quedaron penas en la vida del goleador. “Del equipo con el que salimos campeones quedamos solo tres o cuatro, los demás fallecieron. Siempre los recuerdo”, recapituló Saturnino, con inmenso dolor.
¿Te acordás de aquellos tiempos?
En la década del 60 hubo dos jugadores muy recordados, como Saturnino Torres y Esteban “Mandinga” Farfán. Surgieron de los buenos equipos que tenía por entonces Federación Argentina. Más tarde fueron campeones con Atlético Junín, donde atajaba el exárbitro Francisco Segovia. Por aquellos años había varios clásicos, entre ellos los de Federación y Junín.
Hoy, con más de 70 años, le siguen dando a la redonda, manteniendo en vigencia el potrero, como cuando asomaron en el fútbol. Torres fue un peligroso delantero, mientras que Mandinga se destacaba como mediocampista.
Ambos fueron dos importantes figuras del fútbol salteño en aquella década.
Todavía siguen brillando en el potrero, a paso lento, pero seguro.
El famoso tercer tiempo
Es inevitable. En todo torneo de fútbol amateur sobresale el ponderado y bien recibido tercer tiempo. Claro, todos tienen distintas maneras de armar la estrategia y de jugarlo.
En el caso de Saturnino Torres, poco importa “si ganamos o perdemos. Después del partido nos juntamos en la casa de algún compañero a hacer el tercer tiempo. Por ahí sale choriceada, pollo o asado”, contó el delantero, quien luego agregó: “También tenemos a nuestras botineras, con las que armamos el baile algunas veces”, describió Saturnino con humor.
La amistad, el afecto y la unión es la base que reúne a estos veteranos, a tal punto que “en algunas oportunidades juntamos plata todo un mes, entre todos, para festejar el cumpleaños de algún compañero”, contó Saturnino.