Los rebeldes prorrusos cedieron ayer a las presiones internacionales y permitieron el traslado de 196 cadáveres del avión malasio siniestrado en el este de Ucrania a una estación de tren donde aguardan en vagones frigoríficos su identificación.
En tanto, el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, subrayó ayer que su prioridad es repatriar los restos de los 193 nacionales fallecidos en el avión de Malaysian Airlines que, con 298 personas a bordo, se estrelló presuntamente tras ser alcanzado por un misil.
"Ahora mismo la prioridad es repatriar los cuerpos a Holanda tan pronto como sea posible" y mantener la presión sobre todas las partes para lograr, dijo Rutte ante la prensa.
El primer ministro neerlandés se refirió a su conversación telefónica con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, con quien volverá a contactarse siempre con el propósito de llevar a su país a las víctimas.
En vagones frigoríficos
"Abrimos la puerta y, como es fácil de imaginar, el olor era insoportable, pero la refrigeración es un hecho. Nos informaron de que la temperatura en los vagones es de cero grados celsius, aunque podría ser incluso menos", aseguró el canadiense Michael Bociurkiw, miembro de la misión de la OSCE.
El tren con los tres vagones frigoríficos permanece en la vía listo para partir en la estación de la pequeña localidad de Torés, pero los maquinistas están a la espera de las órdenes procedentes de Donetsk, capital de la región.
Los cinco vagones que componen el tren están herméticamente cerrados y en la zona no hay rastro de los milicianos rebeldes ni de seguridad policial.
"Nos han dicho que permanecerán en la estación hasta la llegada de los expertos internacionales y entonces se tomará una decisión sobre a dónde se dirigirá. Solo esperamos que los expertos lleguen a la zona lo más pronto posible", dijo.
A juicio del observador de la OSCE "la estación (de Torés) es muy pequeña y vetusta" y "no es el lugar para una extensiva labor de identificación, por lo que sería mejorar trasladar (los vagones) a otro sitio".
Bociurkiw agregó que los expertos enviados por el Gobierno de Malasia ya se encuentran en Kiev y podrían desplazarse en cualquier momento a la zona del accidente.
Entre los 196 cadáveres podrían encontrarse los 38 que los insurgentes prorrusos reconocieron haberse llevado a Donetsk para su análisis, extremo que fue confirmado ayer por un empleado del depósito de cadáveres.
Mientras, los equipos de rescate siguen buscando al resto de cuerpos sin vida de las 298 personas que viajaban en el Boeing-777.