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¿Cómo se prepara una pretemporada y en qué consiste?
Te actualizás como en todas las profesiones. En preparación física se busca medir todo, fuerza, potencia aeróbica y velocidad. En nuestro caso necesitamos deportistas potentes y fuertes. Ellos tienen que aplicar la mayor cantidad de fuerza en el menor tiempo posible. Resistir 95 minutos de juego y terminar como un sprint, o sea picar a máxima velocidad. Todas la necesidades del deporte te llevan a hacer una batería de test para tener el perfil de un deportista lo más perfecto posible.
¿En qué cambió la preparación física?
Las necesidades de los futbolistas son distintas. Cada vez necesitamos un deportista lo más parecido a un sprinter, velocista, y que a la vez sea resistente, no que haga dos acciones de alta intensidad y después no rinda.
¿Estás muy pendiente que todos trabajen de la misma manera?
Antes sí, pero con el correr del tiempo fue mejorando. El mismo Argentino A se fue profesionalizando, sobre todo en la parte económica de los jugadores, porque algunos saben lo que tienen que hacer y eso se trasmite a los más chicos. Cuando llegan los juveniles de inferiores no solo se trabaja en el parte física, también en la mentalidad de un jugador. Es lo más importante en el ser humano para cualquier profesión.
¿Es notoria la diferencia de un profesional que no se cuida?
Sí, salta a la vista a través de observaciones sugestivas, te das cuenta quién hace las cosas bien y quién no. La vida misma te va acomodando en el lugar que te mereces. Un ejemplo es Ivo Chaves, se fue y me pacere bárbaro, si bien lo vamos a extrañar porque era un jugador fundamental. Conozco la persona, es un chico dedicado y superprofesional. Me da mucha satisfacción de que le salieran mejores ofertas y ojalá sea el inicio de una carrera mucho más importante.
¿Tenés un diálogo permanente con los jugadores?
Soy de hablar y hacer preguntas: qué comen, duermen y otro tipo de cosas que tienen que ver más con lo emocional. Le pregunto al jugador cómo se siente conmigo, con el técnico, en el club, más si no son de la provincia, porque tiene incidencia en el rendimiento. Intento tener una comunicación abierta y permanente, ser su cable a tierra. En la cancha entran 11 de 30 jugadores, el resto queda con muchas ganas de jugar, por ahí se frustran o lesionan y acuden mucho a mí.
Tengo las experiencias como jugador y eso tiene que ver en lo que soy como preparador físico, por eso intento cuidar esos aspectos.
¿Cuánto creció Cuellar como profesional?
Mucho, no sabría decir cuanto porque eso no lo puedo medir (risas). Aprendí mucho sobre la preparación física en Gimnasia, buscando información conocí a otros profesionales superiores a mí que me dan una mano.
El Centro de Desarrollo que se inauguró hace poco me da mucha satisfacción, porque yo venía empujando el proyecto desde hace mucho tiempo. Es una idea muy buena que le va a hacer muy bien al deporte de Salta. Eso me hace crecer como profesional, porque tengo comunicación con deportistas de lunes a viernes.
Salvador Ragusa también es profesor ¿cómo es tu relación con él?
Salvador es complicado, tuvimos nuestros cruces fuertes, pero intento hacerle ver y notar los cambios que tiene la preparación física mostrándole cómo trabajo. También evoluciono como conductor, porque tengo el mismo liderazgo que él y si lo sé usar será de tremenda ayuda para Ragusa. Tenemos en claro hacia dónde vamos para obtener una meta deportiva, llámese ascenso o una buena campaña.
Que lleguen a primera más chicos del club también es importante, porque habla bien, que somos buenos formadores.
Los profesores locales no tienen mucha oportunidad en los clubes grandes.
Estoy convencido que pasa por la capacitación y la entrega, en mi caso no me dedico a dar clases en las escuelas. No soy quién para juzgar, porque todos buscamos seguridad social cuando tenés familia. Yo no la busqué, me jugué por esto. Hoy me gané un lugar y puedo seleccionar trabajo, incluso sin tener un contrato que me vincule al club, formo parte. Cuando dicen mi nombre saben que soy de Gimnasia y Tiro. Eso me lo gané con trabajo y dedicación.