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Intercaladas entre las miles de banderas bolivianas y vaticanas que los fieles sacudían con emoción durante la misa campal celebrada por el papa Francisco en la ciudad boliviana de Santa Cruz, la otra perfectamente identificable en toda la plaza del Cristo Redentor fue la enseña argentina, lo que dio cuenta de la gran cantidad de compatriotas del pontífice presentes.
La mayoría provenía de las provincias de Salta y Jujuy y concurrieron a la plaza con camisetas de la selección argentina, gorros y bufandas albicelestes, igual que si se tratara de un partido de fútbol donde jugara el equipo nacional.
Muchos optaron por viajar en grupos grandes, como las 40 personas que llegaron desde Tartagal con el párroco de la Iglesia Santa Cruz.
"Nos alojamos en una casa de familia donde nos dieron un salón grande para dormir y, como está cerca del altar donde se hizo la misa, seguimos la celebración desde la vereda de la casa, sentadas en unas sillas que nos prestaron", afirmó la docente Carmen Rosa Dávila.Isuna Carrizo, otra salteña, destacó que fue especialmente a ver al Papa "porque considero que toda América Latina debe ser una patria grande donde todos estemos unidos para decirle 'basta a la pobreza' porque tenemos todos los recursos para ser felices".Exhausta pero feliz, afirmó que "fue grandioso" poder ver de cerca al pontífice "porque es el representante de Dios en la tierra y es argentino".
La mayoría provenía de las provincias de Salta y Jujuy y concurrieron a la plaza con camisetas de la selección argentina, gorros y bufandas albicelestes, igual que si se tratara de un partido de fútbol donde jugara el equipo nacional.
Muchos optaron por viajar en grupos grandes, como las 40 personas que llegaron desde Tartagal con el párroco de la Iglesia Santa Cruz.
"Nos alojamos en una casa de familia donde nos dieron un salón grande para dormir y, como está cerca del altar donde se hizo la misa, seguimos la celebración desde la vereda de la casa, sentadas en unas sillas que nos prestaron", afirmó la docente Carmen Rosa Dávila.Isuna Carrizo, otra salteña, destacó que fue especialmente a ver al Papa "porque considero que toda América Latina debe ser una patria grande donde todos estemos unidos para decirle 'basta a la pobreza' porque tenemos todos los recursos para ser felices".Exhausta pero feliz, afirmó que "fue grandioso" poder ver de cerca al pontífice "porque es el representante de Dios en la tierra y es argentino".
El presbítero Casimiro Torres, párroco de Santa Rosa de Lima, en la localidad salteña de Güemes, peregrinó junto a otros sacerdotes y fieles del decanato San Bernardo, de la arquidiócesis de Salta. Alojados a menos de una cuadra del lugar donde el Papa se encontrará con líderes de los movimientos populares, habló con la agencia Aica y contó cómo vive la ciudad este especial acontecimiento.
"Hay una gran expectativa por parte de los peregrinos argentinos. No podemos dimensionar cuánta gente viene, pero el movimiento es muy grande. La frontera ya estaba preparada para satisfacer esta demanda", contó el sacerdote.
Aunque no está previsto un encuentro de salteños, la santa misa que el Papa presidirá frente al monumento al Cristo Redentor será el lugar para que los sacerdotes, que han viajado por su cuenta o en pequeñas delegaciones, se encuentren con el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, y una vez juntos, luego de la Eucaristía, también con los peregrinos.
Desde Salta no hubo una convocatoria oficial para peregrinar, pero muchas parroquias, movimientos y grupos juveniles se organizaron para estar cerca de Francisco, a pesar de tener que suspender actividades ya que el viaje se da en medio de las obligaciones semanales. Desde el arzobispado, en tanto, facilitaron información para los organizadores.
"Desde el momento en que se confirmó la visita del Santo Padre se generó mucha expectativa. Tenemos una cercanía muy grande con los bolivianos, por la fe, y lógicamente por la frontera", dijó el padre Torres a Aica.
Según reportes de peregrinos, unos 900 vehículos cruzaron la frontera solo en la mañana de este ayer.
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