El frío se instaló con fuerza en el otoño porteño, pero eso no aplacó a los admiradores del autor de "La casa verde", quienes hicieron hasta cinco horas de fila para oírlo. Con su capacidad de colmada y decenas de espectadores que siguieron la conversación por pantalla gigante desde afuera, la sala Jorge Luis Borges recibió a Mario Vargas Llosa con una potente ovación.
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El frío se instaló con fuerza en el otoño porteño, pero eso no aplacó a los admiradores del autor de "La casa verde", quienes hicieron hasta cinco horas de fila para oírlo. Con su capacidad de colmada y decenas de espectadores que siguieron la conversación por pantalla gigante desde afuera, la sala Jorge Luis Borges recibió a Mario Vargas Llosa con una potente ovación.
La excusa puntual de la entrevista pública, a cargo del periodista Jorge Fernández Díaz, fue el lanzamiento de su última novela "Cinco esquinas" En ese sentido, su hacedor señaló que "en absoluto" ese thriller sociopolítico y erótico "es un ajuste de cuentas", hacia el político que lo venció en segunda vuelta en los comicios peruano presidenciales de 1990, aunque aseveró que Alberto "Fujimori le hizo un gran daño al Perú". Y agregó que "Se utilizaba la política como un biombo para disfrazar todo lo que sucedía, con una sensación de inseguridad e incertidumbre" Aseguró también que su ex contrincante le hizo un gran favor personal al devolverlo a la literatura que señaló como su "verdadera vocación".
Por su parte, rememoró: "A los dos años de ganar dio golpe de Estado, el peor delito que un político puede hacer, que es aprovechar la democracia para destruirla con una dictadura corrupta y sanguinaria. Recordar eso a los peruanos no es malo cuando una hija del dictador tiene muchas posibilidades de llegar al poder por un proceso electoral limpio", dijo sobre el libro que es un bestseller mundial.
Enfático, Vargas Llosa destacó: "Una de las cosas que descubrí siendo candidato es que no tenía ninguna vocación política", señaló con ironía el escritor de 80 años, quien visita el país en el marco de la gira la novela publicada por Random House, donde reflexiona sobre una Lima subyugada por la opresión.
Sobre los orígenes de ese relato, reveló: "la primera idea tuvo que ver con un hecho que padecimos todos los peruanos durante los años de dictadura de Fujimori y (Vladimiro) Montesinos, con la utilización del periodismo amarillo y de escándalo para intimidar a los periodistas que cuestionaban el régimen".
En este punto, agregó: "El periodismo amarillo es un fenómeno cultural más que periodístico, sobre el eje de una realidad que se da tanto en los países del Tercer Mundo como del Primero y es la conversión de la cultura en una forma para entretener, de diversión. Y algunos celebran esto", dijo.
Por otro lado, confirmó que el título se vincula con "que varios de los periodistas (los personajes) viven en ese barrio", homónimo, que además "tiene una historia simbólica muy importante, porque fue centro de la vida colonial". Éste, al margen de su declive, "tuvo cierta resurrección a principios del siglo XX porque se convirtió en el barrio de la música criolla" y que ahora "entró en una terrible decadencia: violento y marginal por culpa de la droga", subrayó.
Hábitos de escritor
Entre sus hábitos literarios Vargas Llosa se confesó matinal, no nocturno y continuó: "La primera versión de un texto me cuesta mucho trabajo, porque es una lucha para tener una cierta confianza en que la historia va a ir saliendo. Por eso digo que no disfruto tanto de escribir, sino de reescribir ahí me divierto encuentro el verdadero placer que no hallo cuando escribo el borrador. Al corregir, añadir, cortar y rehacer es cuando llevo el placer de escribir muy a fondo", puntualizó.
De vuelta en su última novela, declaró:"No quería utilizar un lenguaje ostentoso, que creara un obstáculo entre la historia y el lector, sino un lenguaje lo más trasparente posible, evitando todo lo llamativo y lo exhibicionista que pudiera haber en el lenguaje"
El autor de "Pantaleón y las visitadoras", "La ciudad y los perros" y "Conversación en la catedral" expresó también: "Me alegra volver por la importancia de la feria, los amigos en Buenos Aires y las condiciones más sosegadas que las de esa ocasión anterior", señaló al respecto de un entredicho con los intelectuales del espacio Carta Abierta.
Un momento para recordar
El premio Cervantes, Príncipe de Asturias y Rómulo Gallegos insistió sobre su escritura y recalcó: "siempre es muy misterioso cómo nacen las historias que escribo. Tengo la sensación de que no decido con la libertad con que decido escribir un artículo". Al tiempo que detalló: "En el caso de la novela se da un proceso más misterioso, surge de pronto una imagen que generalmente está en la memoria y poco a poco sin darme cuenta esas imágenes generan un fantaseo, como el embrión de una historia sobre la que empiezo a pensar pero sin tener idea de qué voy a escribir, una especie de juego que después va tomando forma. Creo que así nacieron todas las historias que he escrito", consignó el hombre de letras.
El escritor citó al escritor francés Gustave Flaubert con "Escribir es una manera de vivir" para subrayar que es "una gran definición para una vocación literaria". Cuando finalmente le preguntaron sobre un gran momento en su carrera recordó la cena con su agente literaria Carmen Balcells en la que pudo abrir una carta del editor Antoine Gallimard que decía que "era hora de que Vargas Llosa esté en La Bibliothèque de La Pléiade", una colección en la que fueron publicados textos de Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Balzac, Octavio Paz, Proust, Stendhal e incluso, de manera póstuma, Jorge Luis Borges; entre otros. "Fue el momento más feliz de mi vida como escritor", repitió Vargas Llosa- admirador de la literatura francesa y de esta colección en particular- incluso "más que el recibimiento del premio Nobel de Literatura" en 2010.
Finalmente, y con su mujer Isabel Preysler sentada en primera fila, el literato peruano destacó que lo importante es "seguir vivo hasta el final, no morirse en vida", y que lo interesante es hacerlo de tal manera "que la muerte sea un accidente". Y cerró: "No hay espectáculo más triste que el de esas personas que se mueren en vida, que pierden las ilusiones y empiezan a esperar la muerte", dijo entre los aplausos de un salón que agradeció con su gesto la vista de una de las plumas más prolíficas de la literatura latinoamericana a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.