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A la espera de los resultados de las pericias que el Cuerpo de Investigaciones Fiscales aportará a la investigación, el fiscal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas 4 apuntó que desde el jueves intentan profundizar la documentación y los datos referidos no solo a la víctima y su entorno, sino también al "edificio y la zona donde se movía el hombre por su trabajo". Al ser consultado por las hipótesis que se manejan, señaló que "es prematuro aventurar una hipótesis firme. De todas formas no se descarta la posibilidad de un robo, por la tarea que él realizaba, tampoco un ajuste de cuentas o alguna connotación sentimental".
Una vez conocida la noticia del asesinato, personas cercanas a la víctima y compañeros de trabajo fueron consultados e interrogados, como parte de la investigación. Según el fiscal, por el momento no hay detenidos, "seguimos analizando y buscando datos, estamos a la espera de los informes del CIF en cuanto a pruebas de laboratorio y las que arroje la autopsia. A partir de eso empezaremos a unir los datos para continuar y profundizar la investigación", sostuvo Ossorio.
Detrás del escritorio
"El cuerpo de la víctima fue hallado detrás de un escritorio, con heridas de arma blanca. Más de diez puñaladas, todas de gran envergadura, lesiones importantes con capacidad mortal en su gran mayoría", informó Ramiro Ossorio acerca del sangriento asesinato del cambista.
"El mecanismo de muerte producido por un arma blanca puede ser compatible con un ataque generado incluso por una persona vinculada a la víctima (no descartó que pudiera ser una mujer)", apuntó.
Felipe Torres era un hombre casado, con hijos; conocido en el ambiente financiero, donde se desempeñaba como cambista. "Al parecer llevaba varios años realizando ese trabajo, tanto en la parte pública como en la privada", expresó por último el fiscal que investiga el caso. Quienes conocían a Felipe, trabajadores de la zona y algunos compañeros, descartaron el móvil de un crimen pasional.