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El Banco de Santiago del Estero (BSE) presentó una denuncia en la Justicia Federal de Salta, el pasado 29 de septiembre, tras detectar extracciones por cajeros automáticos de la cuenta de una jubilada fallecida.
El deceso de la titular del beneficio previsional se produjo en abril, pero el banco en el que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) le depositaba los haberes desconocía esa situación hasta hace poco. Fue un relevamiento de identificación biométrica dispuesto por el BSE sobre todos los beneficiarios de cuentas previsionales y sus apoderados el que sacó a relucir las extracciones fraudulentas que ahora investiga el fiscal federal Rodolfo Villalba.
Ante la medida de identificación biométrica, el hijo de la jubilada fallecida, en carácter de apoderado, informó al banco que su madre estaba imposibilitada de trasladarse a la sucursal bancaria. Acreditó la convalecencia de la titular con un certificado expedido por una médica del hospital de Cachi.
De acuerdo con esa constancia, fechada en agosto, la mujer estaba afectada por una enfermedad ósea.
Posteriormente, el banco fue notificado por la Anses sobre el fallecimiento de la jubilada en abril, o sea cuatro meses antes de que la profesional de Cachi certificara la supuesta afección médica.
Entonces, la cuenta fue bloqueada y se detectó que, con posterioridad al fallecimiento de la jubilada, su hijo apoderado siguió extrayendo los haberes previsionales.
No es la primera vez que se presenta en Salta una denuncia de esta naturaleza.
De hecho, en los últimos tiempos se verificó una importante cantidad de extracciones realizadas por cajeros automáticos sobre haberes acreditados en cuentas de beneficiarios ya fallecidos.
Estos hechos configuran el delito de defraudación e involucran a los autores, encubridores o cómplices que participaron de las maniobras delictivas.
Vale recordar que ya se sentó precedente en casos como este con condenas de prisión para personas imputadas.
En septiembre de 2016, la Justicia del Crimen de La Banda (Santiago del Estero) condenó a tres años de prisión a Walter Francisco Díaz, de 54 años, por realizar extracciones de dinero por más de $500 mil de la cuenta de su madre -una jubilada bandeña- después de que falleciera.
En el juicio quedó probado que Díaz había realizado las extracciones en diversos cajeros automáticos de La Banda, de la cuenta de su progenitora, Blanca Trinidad Albornoz, quien había fallecido el 17 de agosto del año 2013.
Valiéndose de la tarjeta de débito y el PIN de su fallecida madre, Díaz siguió efectuando retiros hasta que finalmente la cuenta previsional pudo ser bloqueada.
Con las pruebas reunidas, que incluyeron filmaciones de las extracciones por cajeros, la fiscalía pidió la condena de prisión y el tribunal de juicio dejó sentado el precedente.