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El 29 de octubre, la historia del joven abogado salteño que se casó a los 23 años con su tía abuela de 91, saltó desde las páginas de El Tribuno a las redes sociales y medios de todo el mundo.
Maurico Ossola y Yolanda Torres se habían desposado el 26 de febrero de 2015, en una discreta ceremonia civil, pero de su singular enlace matrimonial recién se supo hace dos meses, por los murmullos que una solicitud de pensión despertó en las oficinas de la Anses.
Con su esposa fallecida el 30 de abril de 2016, el joven viudo empezó a gestionar el beneficio previsional. Acreditó los papeles que exigen las normas, pero le rechazaron el pedido, que ahora deberá resolver la Justicia.
“Nuestro matrimonio fue noble y legítimo”, afirmó Mauricio, el día que contó la historia que medios gráficos, televisivos y radiales del país reflejaron con distintos enfoques. Algunos pusieron el acento en los alcances de las leyes del matrimonio civil y del sistema previsional. Otros, en las grietas que esperan ser cerradas por el Congreso para evitar que se afecten derechos personales, por un lado, y el funcionamiento solidario del sistema jubilatorio, por otro.
La historia revelada desde el barrio Tres Cerritos también atrapó a programas de chimentos, que la asociaron con otra boda que tuvo gran repercusión hace diez años. En septiembre de 2017 se casaron en Santa Fe un joven de 24 años, Reynaldo Wabeke, y su vecina de 82, Adelfa Volpes. Solo 24 días después de la ceremonia nupcial, y tras descompensarse durante la luna de miel en Río de Janeiro, ella sufrió un accidente cerebrovascular y falleció.
Con la consigna “amor o codicia”, medios de Chile, Bolivia, Perú, Uruguay y Paraguay abrieron la opinión sobre el beneficio previsional reclamado por Mauricio a grandes audiencias del Cono Sur. La polémica llegó a México de la mano de Televisa, a Estados Unidos con Telemundo y atravesó a Europa con titulares en español, italiano, inglés y otras lenguas. Los periódicos británicos The Guardian, Daily Mail y Daily Mirror le sacaron punta a la historia de Mauricio y Yolanda en el Reino Unido.