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"Sin justicia y sin verdad ningún país progresa y por eso es necesario que se reconozcan los derechos humanos a los inocentes que fueron víctimas del terrorismo de la guerrilla en el país durante la década del 70", expresó a El Tribuno Victoria Villarruel, autora del libro "Los otros muertos", escrito junto a Carlos Manfroni. La abogada y escritora dará hoy, a las 20, una conferencia en la Casa de la Cultura en la que explicará en detalle el contenido de su trabajo que le demandó varios años de investigación junto a su colega Manfroni, quien además es autor del libro "Montoneros. Soldados de Massera".
Villarruel creó la asociación civil Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, y desde hace 11 años esa organización viene bregando para que se conozca la otra historia del terrorismo que imperó en el país durante la década del 70. "Nosotros no defendemos a los militares acusados de crímenes de lesa humanidad, sino a las víctimas del terrorismo que sembraron las células guerrilleras de Montoneros y el ERP", dijo. Villarruel sostuvo que "para nosotros, las víctimas civiles de la guerrilla son todas aquellas que fueron secuestradas, atacadas en sus domicilios, torturadas y asesinadas como consecuencia de este accionar delictivo. En esto obviamente incluimos casos como el del capitán Viola, que fue asesinado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), junto a su hija de tres años, cuando conducía su vehículo. Ese militar no murió en combate, estaba de paseo con su familia y al momento de los hechos era un civil".
De igual forma se refirió al caso del coronel Argentino Larrabure, a quien el ERP mantuvo secuestrado durante 372 días, entre el 11 de agosto de 1974 y el 19 de agosto de 1975. "Cuando hallaron el cadáver de este hombre pesaba cuarenta kilos, lo que grafica bajo qué condiciones estuvo cautivo", señaló. La escritora indicó que otro caso emblemático fue el asesinato del secretario general de la CGT, José Rucci, al que un comando guerrillero lo atacó a tiros, en septiembre de 1973, cuando salía de su domicilio.
Victoria Villarruel explicó que de la investigación que realizó con Manfroni pudo determinar que los mayores atentados con bombas ocurrieron entre 1973 y 1976, durante los gobiernos democráticos de Cámpora, Perón e Isabel Martínez. "Entre 1969 y 1979 la guerrilla protagonizó 4.382 atentados con explosivos, con un saldo de más de mil muertos y cuantiosos heridos", afirmó.
A juicio de Villarruel el Estado tiene una enorme deuda con esas víctima y responsabilizó a los gobiernos democráticos, a partir de 1983, de no haber impulsado ninguna investigación para que los dirigentes de las células guerrilleras sean investigados y sometidos a juicio por los hechos que cometieron. "La Justicia también ha sido cómplice porque desestimó la mayoría de las denuncias que presentamos. Una prueba de esto es que las únicas causas que se mantienen en curso son las de los asesinatos de Rucci y Larrabure", concluyó.