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La Comisión de Desarrollo Foresto Industrial del Consejo Federal Agropecuario, Región NOA, se reunió en el Grand Bourg, con la participación de funcionarios de Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero y del INTA, con el objetivo de analizar la prórroga de los beneficios de la ley 25.080, de promoción de plantaciones forestales, la presentación de los avances realizados, nuevas propuestas y aspectos necesarios para mejorar la operatividad de la misma.
El encuentro estuvo encabezado por el secretario de Asuntos Agrarios, Flavio Aguilera, y Lucrecia Santinoni, subsecretaria de Desarrollo Foresto Industrial del Ministerio e Agroindustria de la Nación.
Como se sabe, la ley 25.080 fue pergeñada para incentivar la implantación de especies forestales pero sus beneficios, en especial en nuestra provincia, fueron escasos y la prueba están en que actualmente hay en Salta apenas unas 5.000 hectáreas implantadas bajo el paraguas de la legislación vigente, contra las 500.000 de Corrientes, por ejemplo.
Uno de los escollos con los que tropezaron siempre los empresarios fue que si presentaban un proyecto a principios de un año, recibían el dinero previsto en la ley el año siguiente, pero con los valores del año anterior a la presentación, es decir, con un desfasaje en los costos de 2 años aproximadamente.
Y ese fue uno de los planteos realizados por los madereros salteños y de las otras provincias que participaron del encuentro en el Grand Bourg, hace unos días.
Durante la reunión, Aguilera mencionó que "es fundamental trabajar de forma conjunta para potenciar la actividad foresto industrial en Salta y la región, lo que traerá aparejado la generación de mano de obra local y la apertura de nuevos mercados comerciales".
Otro de los temas planteados fue el pedido de que la nueva ley, a la prórroga de la existente, abarque a las superficies donde ya no hay bosques o donde los mismos están completamente degradados, como hay muchos casos en Salta.
Además debatieron en relación al cumplimiento de los compromisos ambientales, duplicando la superficie de plantaciones, crecer en exportación, inversión en pasteras, vivienda, obra pública, etcétera.
También plantearon una revisión de los costos impositivos, mejorar las condiciones de logística y contribuir al desarrollo del sector a través del diálogo y coordinación de acciones.
Qué dice la ley actual
Aguilera recordó que la ley 25.080 es la que "prevé beneficios económicos para quien plante árboles de acuerdo a los proyectos que le sean aprobados, con un costo previsto por hectárea, dependiendo de qué tipo de especie se cultive y otros ítems".
"Pero se presentaban dos problemas: nunca venía todo el dinero y lo que venía llegaba muy tarde por un lado y, por otro, una zona gris donde había que estudiar qué costos se cubrían y cuáles no. Por ejemplo, replantar no se reconocía", explicó.
En resumidas cuentas, el funcionario explicó que por "esos inconvenientes, en Salta en particular y en el NOA en general, no dio buenos resultados, a pesar de que todo el mundo sabe que la nuestra es una zona con un enorme portencial foresto industrial. Por eso, estas reuniones previas al nuevo proyecto de la ley están muy buenas porque se escucha a todos los sectores y actores para que salga mejor el proyecto.
El funcionario informó además que los productores locales plantearon por ejemplo, que la nueva ley contemple no solo la parte productiva sino también toda la cadena de producción. "De hecho, dijo, la intención de Nación es una ley foresto industrial, lo que ya es un avance importante".
La norma provincial
Finalmente, el secretario de Asuntos Agrarios, adelantó que en la provincia también se está trabajando con un proyecto de ley de promoción forestal, que contendrá una serie de beneficios que no necesariamente serán económicos.
Cuando tengamos la ley aprobada, tal vez antes de fin de año, los proyectores madereros tendrán algunas seguridades, como saber que habrá un sistema de compra de sus productos para la construcción de viviendas, por ejemplo, además de brindarles toda la asistencia técnica necesaria para que los emprendimientos sean exitosos.
"Lo que hay que plantearse es cómo hacer para que un terrateniente se decida a plantar árboles, que es un ciclo productivo de entre 10 y 15 años, en vez de plantar soja, que tiene un ciclo de seis meses y rentabilidad asegurada", concluyó Aguilera.