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Ivana Bruno, la exdirectora de Niñez y Familia, se emocionó al recordar lo sucedido con Thiago y su hermana. La mujer estuvo imputada en la causa por tratarse de una de las responsables del programa encargado de controlar la guarda de los niños entregados al matrimonio Senise. Finalmente la psicóloga fue sobreseída de la causa y ayer declaró como testigo
"Cuando visité a la nena en el hospital pude comprobar que esa criatura estaba destrozada. Por las lesiones que tenía en las manos y en el cuello parece que la tenían atada", expresó la exfuncionaria. Con palabras entrecortadas, Bruno señaló que "no podía entender lo que había con los niños, porque de acuerdo a los informes que teníamos las cosas estaban bien, que la familia sustituta estaba cumpliendo con su rol. Nada hacía suponer que estas cosas pudieran estar pasando".
Bruno explicó que tras la muerte de Thiago, desde los niveles superiores pidieron su cabeza. "Me exigieron la renuncia y así lo hice y después me imputaron, pero al final se determinó que no tuve nada que ver", comentó. Ante una pregunta del defensor Juan Pablo Recchiuto, la testigo calificó como "un desastre" el funcionamiento del programa gubernamental.
"La oficina que me asignaron no tenía ni ventana y a partir de ese momento comencé a elevar informes respecto a la prestación del servicio", aseguró. Dijo que una de las principales fallas del sistema fue la falta de un protocolo para realizar un efectivo seguimiento de las familias que tenían bajo su guarda a los niños judicializados. "Personalmente elevé muchos informes a mis superiores acerca de las necesidades del programa, pero jamás tuve respuestas", aseguró.
En los mismos términos se pronunció la licenciada en trabajo social Inés del Carmen Sánchez. "Se trabajaba como se podía, porque faltaban recursos humanos y movilidad", dijo. Y agregó: "Tampoco se cumplió con los términos de la ley 26061, de protección integral de los derechos de niños y adolescentes".