Para el 30 del corriente está previsto que el cuerpo de médicos forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación examine al comandante (r) de Gendarmería Nacional Pablo Ramón Caballero, quien está acusado del secuestro y desaparición del estudiante Mario Bernardino Luna Orellana, ocurrido el 3 de septiembre de 1976 en la ciudad de Orán. Por esta situación el Tribunal Oral Federal N§ 2 tuvo que postergar el inicio del juicio, que había sido fijado para fines de este mes.
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Para el 30 del corriente está previsto que el cuerpo de médicos forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación examine al comandante (r) de Gendarmería Nacional Pablo Ramón Caballero, quien está acusado del secuestro y desaparición del estudiante Mario Bernardino Luna Orellana, ocurrido el 3 de septiembre de 1976 en la ciudad de Orán. Por esta situación el Tribunal Oral Federal N§ 2 tuvo que postergar el inicio del juicio, que había sido fijado para fines de este mes.
El martes pasado, durante la audiencia preparatoria, el defensor oficial Luis Casares presentó un certificado del médico de Caballero, quien evaluó que el imputado está afectado de salud y que así no está en condiciones de afrontar el proceso. Ante esta situación el tribunal integrado por Gabriela Catalano, Abel Fleming y Domingo Batule solicitó que Caballero sea examinado por los peritos forenses de la Corte de Justicia. "En caso de que los médicos determinen que el acusado no está tan afectado de salud, el juicio podría comenzar en los primeros días de septiembre", expresó a El Tribuno el fiscal federal Francisco Snopek.
Al momento de la desaparición de Luna Orellana, el comandante Caballero se desempeñaba como jefe de operaciones del Escuadrón 20 Orán de Gendarmería Nacional. Ángel Rogelio Luna declaró que su hijo fue secuestrado por un grupo armado de 12 a 16 personas que irrumpió en horas de la madrugada a su domicilio en la ciudad norteña. El hombre declaró en la instrucción que Mario estuvo detenido en Gendarmería, en Orán, y que luego fue trasladado a la Central de Policía de Salta, y que desde allí lo condujeron a las dependencias del Ejército. En estas instalaciones le comentaron que su hijo se encontraba allí, pero que no le podían ampliar más la información.
Luna padre contó que el mismo día que secuestraron a Mario se entrevistó con un comandante, que se identificó como Sarmiento, quien le manifestó que no se aflija, que su hijo estaba bien. Luego se estableció que el nombrado Sarmiento en realidad era Caballero, el hombre que tenía a su cargo lo operativos contra la subversión en la zona.
Ángela María Luna, hermana de la víctima, señaló a un gendarme de apellido Fonseca como el agente de inteligencia que la Gendarmería utilizó para seguir los movimientos de Mario en la escuela nocturna de comercio a la que concurría. El joven, de 21 años, estaba afiliado a la JP, tenía vínculos con la Juventud Comunista y se decía que era montonero. Frente a lo expuesto, todo indica que lo hicieron desaparecer por su militancia política.
La imputación a Caballero se fundó en la prueba testimonial de cargo que se colectó con relación a la privación de libertad que sufrió Luna Orellana. Según la acusación fiscal, por la función que investía Caballero, como jefe de operaciones de la fuerza, "no puede desconocerse que tuvo decisión sobre la ilegal detención, posterior privación de la libertad y homicidio de Luna Orellana".