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Cobertura especial: Federico Medaa y Andrés Mansilla
La calma con la que ingresaban los carreros al Centro Cívico Municipal (CCM) voló por el aire en segundos, ayer después de las 10. "Esto es una estafa", se escuchó, y un grupo que se oponía al plan de reconversión lanzó una lluvia de piedras.
Los policías que custodiaban el edificio cerraron el portón de inmediato. Se sucedieron forcejeos, insultos, corridas, los caballos relincharon y los efectivos reprimieron.
Así de caótico y sorpresivo fue el debut del plan para la reconversión de los carreros. La Municipalidad no entregó ni una sola motocarga que se había prometido y las familias esperan que realmente se cumpla el plan.
La tensión explotó sobre la avenida Paraguay. Un hombre cargaba en sus manos la balas que esquivó y otro trataba de salir de la pelea mientras su pierna sangraba a causa de los perdigones.
Un grupo de carreros denunció que siete de ellos resultaron heridos mientras que la Policía informó que tres efectivos terminaron lesionados.
La mayoritaria adhesión que había logrado horas antes el plan de reconversión de carreros estuvo al borde del abismo en esos momentos. Ayer volvieron las dudas por las promesas que había realizado la Intendencia.
Desde hoy está prohibida la tracción a sangre. Ayer más de 100 familias dejaron los carros con los que vendían frutas, verduras, tierra, macetas y otros productos de manera ambulante.
El municipio, por cierto, no recibió los caballos.
Autoridades del CCM y referentes de los carreros señalaron que los incidentes fueron protagonizados por "infiltrados", incluso aducen cuestiones políticas. El malestar se propagó porque se confirmó que solo había 30 motocargas.
La avenida Paraguay estuvo cortada por más de una hora y hasta el fiscal penal 6, Horacio Córdoba Mazuranic, advirtió que si seguía el bloqueo daría intervención "al Juzgado de Garantías para que se tomen las medidas en procura de mantener el orden y garantizar la libre circulación".
Las propuestas
El municipio planteó tres alternativas para la reconversión con el objetivo de poner punto final a la tracción a sangre: la entrega del carro por la motocarga, realizar un curso de oficios con un aporte de dinero y brindar una prestación a los organismos comunales
Ayer, mientras los trabajadores entregaban los carros tal cual lo acordado, otro motivo instauró preocupación. Desde el CCM les informaron que para paliar la imposibilidad de trabajar con los caballos se dará una ayuda económica de unos 300 pesos por día en promedio.
Algunos de los beneficiarios del plan de reconversión manifestaron que el monto es mínimo y aseguraron que sus ingresos están por arriba de los 500 pesos. "Para una familia con cuatro o cinco integrantes es poco. La cifra no figura en el convenio", renegó Rodrigo García, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
José Ortín, abogado representante de otros cien carreros que se habían manifestado el miércoles en la plaza 9 de Julio pero decidieron firmar el convenio, dijo que los 300 pesos surgen del censo de carreros. Agregó que el municipio se comprometió a pagar desde el lunes, aunque no supo precisar si se liquidará en forma mensual, quincenal o diaria. El abogado trabajó junto al secretario de Gobierno, José García Salado, en el acuerdo que, finalmente, firmó ayer la mayoría de los carreros cuando bajó la tensión.
García Salado dijo ante la prensa que los fondos para la ayuda económica para los carreros podrían salir de la Cooperadora Asistencial o de programas laborales de Trabajo. Confirmó además que la Intendencia no recibirá los caballos, pero podrían ir para organizaciones no gubernamentales o fortines.
Algunos carreros se niegan a ceder los animales por su valor económico o por el aprecio que, dicen, les tienen.
El funcionario municipal también habló de los disturbio ocurridos durante la entrega de carros. “Y puede ser alguien que quiere poner piedras en el camino ¿Quién habrá mandado?”, expresó.
Distintas posturas
“Yo ya entregué mi carro. Habrá que apoyar esta iniciativa”, dijo uno de los carreros antes de retirarse del CCM.
Otro hombre se quejó por el accionar de la Policía. “No les importó si había gente en sillas de ruedas ni chicos”.
García Salado dijo cuando bajaron las aguas de la tensión que iba a averiguar quién le dio la orden a la Policía de accionar. Aseguró que la decisión no partió desde la Intendencia.
Los carreros dijeron que esperarán a ver cómo sigue el plan en los próximos días. La ordenanza de prohibición rige desde hoy.