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Faltan 48 horas, pero el rally Dakar ya se vive en Lima. En realidad, se respira esta competencia desde que los vehículos comenzaron a arribar al puerto El Callao, la semana pasada. El aeropuerto internacional Jorge Chávez, a medida que pasan las horas, está más colmado que de costumbre y las avenidas son muy difíciles de transitar. La competencia que arranca este sábado es la culpable de lo que pasa en la capital de Perú, pero no es el único evento que sacude a sus habitantes: el 18 de este mes llegará el Papa Francisco y los trabajadores municipales maquillan la ciudad. El caos aumentó considerablemente, pero ambas recepciones se reciben festivamente ya que, en mayor o menor medida, generan fanatismo.
Si bien para todo el mundo, el Dakar comienza ni bien pasan por la rampa de salida los 515 participantes, para la gran comitiva de este rally, los trabajos ya comenzaron. En la base aérea de Las Palmas, en el sur de Lima, están instaladas las salas de prensa y asistencia médica, como así también el resto de las verificaciones técnicas.
Los pilotos comienzan a mezclarse con asistentes de cada equipo y la prensa en general, que tiene su sala armada en el primer piso, perfectamente acondicionada para la ocasión. Hoy todos hablan de la baja de Paulo Gonçalves, compañero de Kevin Benavides, quien era hasta ayer uno de los aspirantes a ganar el Dakar. Sin embargo, una grave lesión que arrastra lo alejó de la competencia.
En diálogo con El Tribuno, integrantes del equipo de Honda comentaron: "Sabíamos que era muy difícil que llegue, pero teníamos la esperanza de que Paulo se sienta cómodo. Lamentablemente será una baja importante para nosotros". Además, en off, dijeron que "desde ayer (miércoles) lo teníamos asumido, pero hoy lo confirmamos oficialmente".