Por las vueltas de la vida y del fútbol, exentrenador de Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana terminó siendo el verdugo de los dos equipos salteños y sentenció sus desoladores futuros en un Regional Amateur que asoma duro y complicado.
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Por las vueltas de la vida y del fútbol, exentrenador de Gimnasia y Tiro y Juventud Antoniana terminó siendo el verdugo de los dos equipos salteños y sentenció sus desoladores futuros en un Regional Amateur que asoma duro y complicado.
Ragusa agarró en primera ronda un plantel virtualmente descendido y sin confianza y les devolvió la fe y la capacidad de creer en ellos mismos. Con una campaña “de campeón” en la fase reválida (ganó 5 partidos, empató 2 y perdió 1), pero también -y hay que decirlo- en medio de un enrarecido clima de sospechas, el Profe llevó a San Martín de Formosa al triangular desempate, y logró salvar la categoría tras dos empates por el “plus” de los goles a favor (en confrontación mutua también se hubiese impuesto a los dos salteños).
“Yo le debo mucho al fútbol de Salta y duele ver descender a estos equipos”, expresó Ragusa tras el partido. Al retirarse junto a la delegación formoseña del estadio Miguel Sancho, Ragusa fue increpado por un puñado de hinchas antonianos que deambulaban en los alrededores de la cancha.