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Cansados de esperar desde hace varios años la finalización de las obras, las familias adjudicatarias de viviendas en el barrio La Rinconada se manifiestaron esta mañana en Cerrillos. Se congregaron en la ruta nacional 68, a la altura de San Isidro.
La difícil situación por la que atraviesa más de un centenar de familias cerrillanas parece no hallar una solución. Lo que en un primer momento era un sueño cumplido, hoy se ha tornado en una verdadera pesadilla. Tras haber sido sorteados en 2017 y habérseles adjudicado las viviendas del barrio La Rinconada, aún no pueden habitarlas. Desde entonces “los pequeños detalles” que restaban concluir, avanzaron lentamente, no concluyeron y el tiempo transcurre, mientras la paciencia se agota. Es que la delicada situación económica les hace prácticamente imposible seguir afrontando el pago de alquileres. La angustia es aún mayor, al ver que hace prácticamente tres años tienen el derecho a un techo propio, que cumplieron con todos los requisitos y superaron las diferentes instancias de rigor, pero por motivos “administrativos” aún no pueden acceder a él.
Hubo un sinnúmero de gestiones en los últimos tiempos para agilizar la finalización de la obra y que se realice la entrega de las casas en cuestión. Pero, hasta el momento ninguno de los esfuerzos prosperó.
La urbanización se levanta a pocos metros de la ruta nacional 68, a la altura de la Recta de Cánepa, entre los barrios Congreso Nacional y Los Alamos. Se planificó para dar solución habitacional a los cerrillanos que necesitaban de forma urgente resolver esta problemática. Pero, hasta el momento, están muy lejos de cumplirse esas aspiraciones.
De acuerdo al IPV, desde 15 de abril del corriente año la obra está completamente paralizada y el avance de obra es del 98,77%, mientras un centenar de familias continúa en espera.
La obra, según cuentan los cerrillanos, arrancó en el marco del plan de viviendas nacional “Techo Digno” y constan de dos dormitorios, cocina, comedor, baño y lavadero externo. Pero en la marcha -afirman- los fondos dejaron de llegar a Salta, por lo que el Gobierno de la Provincia tuvo que solventar la continuidad del proyecto.
"La empresa constructora no quiere terminar la obra"
Los ánimos están caldeados en Cerrillos. Sobre la situación de La Rinconada, la senadora María Laura de la Zerda fue contundente: “Aquí la empresa Moncho no quiere arreglar con el Gobierno para finalizar los trabajos. La Provincia deberá aplicar sanciones. Pero lo que realmente importa es que hay cien familias damnificadas”.
La legisladora contó: “Ya hicimos las gestiones ante el ministro de economía Emiliano Estrada, ante el IPV. Ya no hay más puertas que tocar. El avance de las obras quedó clavado en casi un 99%. Si bien es cierto que la Nación dejó de enviar fondos y que el Gobierno provincial se hizo cargo, todas las demás constructoras arreglaron para continuar con los proyectos en ejecución, excepto Moncho. Algo tendrán que hacer. Hay gente desalojada, que no puede renovar los alquileres. La situación es desesperante”.