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Maira Yanet Torres tenía 5 años y era de la comunidad wichi del paraje San Luis, de Santa Victoria Este. No estaba desnutrida y lo mismo murió ayer por la mañana, presa de una infección generalizada que los médicos en su jerga llaman shock séptico, quizás derivada de una enfermedad respiratoria. Con esta pérdida, que es la séptima que se produce en el norte pobre y profundo en lo que va del año, queda en evidencia que la muerte no sube a todos los chicos wichis a la balanza para meterlos en su bolsa de dolor, sino que es la miseria la que los mata de una u otra manera. Sin agua, sin comida, sin casa, sin hospitales, sin escuelas, sin nada... es difícil sobrevivir.
Josefina Medrano, la ministra pediatra que lejos de su despacho capitalino permanece en Santa Victoria Este desde el momento en que se declaró la emergencia sociosanitaria en el norte, cuando la vida de Maira Yanet Torres entró en crisis, se arremangó e intentó salvarla con maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP). Había todo un equipo médico en acción para salvarle la vida, pero fue imposible. La doctora Medrano, con una amplia y prestigiosa carrera dedicada a curar y a cuidar niños, llena de impotencia, dijo ayer por la tarde a El Tribuno: "Estuve hoy en Santa Victoria Este con un equipo de Nación, cuando llegué al hospital los médicos estaban reanimando a una niña de 5 años. Soy pediatra así que me sumé a las acciones e hicimos una RCP avanzada, pero la niña falleció lamentablemente. Era de un paraje distante a 7 kilómetros del hospital y fue atendida primero en el centro de salud de su paraje. El enfermero informó que 36 horas antes tuvo diarrea, que luego la niña refería dolor de pecho y estómago, desmejoró abruptamente su cuadro, entonces la deriva al hospital y ahí ocurre la muerte".
Aclaró que "la niña no tenía denutrición, tenía peso normal y esto nos lleva a analizar la gravedad de la crisis sociosanitaria y cultural de la zona, la falta de agua, la falta de todo acá es determinante. Hasta los tanques de agua están en malas condiciones, el saneamiento, los problemas de higiene, el estado de las estructuras de salud, de las escuelas, los caminos destruidos, la amenaza del Pilcomayo, todo suma para el caos que se vive en la región. Se necesita un diagnóstico real y el compromiso de todos los actores de la sociedad para lograr cambios positivos".
Agregó: "Tenemos que lograr un cambio radical y muy profundo respetando la cultura de nuestros pueblos originarios. Sé que no será de un día para el otro, pero con el compromiso firme del Gobierno provincial vamos a mejorar la vida de estas personas con mucho trabajo. Tenemos un plan de gobierno focalizado en el norte por la crisis y esperamos que las acciones queden en el tiempo como política de Estado".
Visiblemente afectada por la muerte de Maira, la ministra explicó: "Impresiona que tenía una infección de origen respiratorio; no se hará autopsia porque la comunidad no lo permite, están viviendo una situación muy triste".
Labor en el hospital Perón
Ayer ingresaron al hospital Perón de Tartagal dos niños menores de dos años, uno con desnutrición y otro con infección respiratoria. El gerente del nosocomio, Juan López, explicó: “Todos los días por protocolo ingresan niños que derivan con bajo peso desde Santa Victoria Este, pero apenas se recuperan les damos el alta. En general, los compensamos bien, se controlan y se van. Tenemos 24 chicos internados pero no son los mismos chicos porque unos entran y otros salen recuperados”. Y destacó la labor de los comunicadores interculturales: “Están hacieno un gran trabajo. Ya lo venían haciendo pero se ha formalizado y reforzado este trabajo, ellos conocen a la gente y los dejan entrar en sus círculos y nosotros entramos a través de ellos”.