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No hizo falta más que mirar las mesas y sillas extendidas en el patio de "Rock Haus", para hacer un repaso a la trayectoria de Perro Ciego. Dos y hasta tres generaciones cantaban y agitaban sus brazos de la primera a la última canción del show que se llevó a cabo en la cima de la ciudad, cumpliendo el protocolo de distanciamiento y barbijos puestos.
En una provincia tan marcada por el folclore y el espacio que ganaron en los últimos años otros géneros, el público de rock es especial y fiel a una banda que es la más emblemática de este territorio y del norte argentino.
Marcelo Dique, Martín Aguilera, Pablo Zenteno y Carlos Vega hoy son tipos que rozan los 50 años (sumado a Leandro Escobar en armonicas) y abajo del escenario hay fanáticos mayores, de la misma franja etaria, veinteañeros y hasta adolescentes.
Tras el show de Esencial, la banda soporte, "Calientes" (un clásico del disco Letras Rojas) fue la primera canción de la noche. "Destruidos", "Singular", "Otra Dirección" y "Cero Man" cumplieron los primeros cinco temas del listado.
"Cenizas" fue un momento emotivo de la noche por el recuerdo a Federico Acosta (el armoniquista de la banda que murió en 2007 y ayer habría cumplido años). Siguieron "Perdidos", "Viejas Ganas", "Jendric" y "Plagas" para completar las diez canciones iniciales.
Más clásicos siguieron uno tras otro. "Cuando nos vamos", "Letras Rojas", "Lo Peor", "No quema igual", "Rock del Barrio", "No queda nada" y "Perro Ciego", canciones que brillaron en sus tres primeros discos: Rocabola, Letras Rojas y Peón de Luna.
"Jazz Cantado", "Simple Blues", "Troncal" y "Ella se va" marcaron el fin de la primera parte. La lenta despedida comenzó con "Dos Jardines", siguió con "Amanecido", "Resaca", "Paracaídas", para finalmente culminar con "Estabas ahí" y "Dormilón x 8".