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El Pentágono advirtió que todavía hay "una serie de amenazas activas" contra el aeropuerto de Kabul, donde murieron al menos 60 personas, entre ellos 13 soldados de EEUU, en un doble atentado y un ataque armado, que horas después se atribuyó el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
En ese estado de alerta, las Fuerzas Armadas estadounidenses comparten información con los talibanes para evitar más atentados.
El jefe del Comando Central de EEUU (Centcom), general Kenneth McKenzie, dijo en una rueda de prensa en la sede del Departamento de Defensa, que esas amenazas son desde un posible ataque con cohetes a un atentado con un coche bomba.
El general afirmó que los talibanes han frustrado "algunos ataques" contra el aeropuerto. Pero como persiste "una serie de amenazas activas", las fuerzas estadounidenses han pedido al grupo insurgente que cierre algunas calles cercanas al aeropuerto para evitar que se acerquen vehículos que puedan llevar una bomba.
McKenzie argumentó que Washington y el grupo insurgente comparten un "propósito común" en la misión de evacuación que tiene previsto concluir el 31 de agosto.