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El coronavirus se está propagando rápidamente en China, luego de que las autoridades dispusieran levantar la mayoría de las restricciones sanitarias que seguían vigentes desde el inicio de la pandemia, hace casi tres años.
La situación es preocupante y numerosos empleados de crematorios en Pekín afirmaron ayer que los establecimientos están desbordados por la ola sin precedentes de casos que, según las autoridades, pronto llegará a las zonas rurales.
"Incineramos 20 cuerpos al día, principalmente ancianos", explicó un empleado de un crematorio. Sin embargo, las cifras oficiales no contabilizan ninguna muerte relacionada con la COVID-19 desde el 4 de diciembre.
Oficialmente, solo se han atribuido nueve muertes a la epidemia desde mediados de noviembre, pero el país está registrando más de 10.000 casos diarios desde entonces.