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27 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Quieren tener un Museo de los de los salteños en Malvinas

José Ortega, veterano de guerra.
Jueves, 31 de marzo de 2022 22:03
José Ortega participó del histórico desembarco del de 2 de abril de 1982 en las Islas Malvinas. Ahora quiere organizar el Museo de los Excombatientes en Salta. Foto Javier Corbalán.
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Una bandera argentina descolorida de más de 130 años, una pistola 1125, balas de fogueo, proyectiles de FAL y antiaéreas 12X7. 

Un casco del Ejército y hasta un pedazo de esquirla de un proyectil de cañón traídos de las Islas Malvinas son como tesoros que guardan en la casa de José Ortega, un excombatiente salteño que estuvo en el conflicto del Atlántico Sur, en 1982.
En ese inmueble, ubicado en avenida Perón 2500, de la capital salteña, que es el conocido camino a San Lorenzo en donde hay una bandera de Argentina en un mástil bien alto. Allí vive Ortega y funciona la Agrupación Civil “Combatientes X Malvinas - Puerto Argentino” Salta.

“Nosotros queremos que haya muchos Puerto Argentino, en cada barrio, en cada pueblo, que se malvinicen todas las escuelas”, dijo Ortega con una pila de más de 200 fotos de gran tamaño en un tablón.

En sus manos muestra la primera fotografía del 2 de abril de 1982, tomada a las 7.10 de la mañana. “Yo puedo asegurar ese horario porque yo fui quien lo comunicó a los altos mandos”, dijo con orgullo.

Hay cartucheras, campanas de fogueo, una especie de trampa para recolectar las vainas usadas, portacagadores, una navaja inglesa, notas periodísticas (muchas de El Tribuno), medallas, placas, reconocimientos.

“Nosotros queremos armar un museo de cosas que tenemos de Malvinas. Todo esto por dos cosas: una porque sabemos que mucha gente tiene cosas que debería compartir con la sociedad. La segunda es porque queremos a gente especializada en museología para conserva lo que ya tenemos”, dijo mostrando la degradación de las fotografías y artículos periodísticos.

Cuando dice “nosotros” hace referencia a “personas comunes y corrientes, soldados de distintas fuerzas, de distintas clases que hicieron el Servicio Militar Obligatorio, militares retirados, docentes y veteranos”, dijo el hombre que es infante de Marina y comando anfibio retirado.

Estandartes de batallones de Infantería de Marina, más objetos de ingleses, boinas y muchos libros y publicaciones.

“Un museo con una biblioteca porque tenemos muchas publicaciones, mucho material que debemos cuidar y no sabemos cómo. Debemos tener un edificio acorde a la conservación de estos objetos que son valiosos para la historia argentina y salteña. Nosotros fuimos protagonistas y queremos que todo esto esté a disposición de todas las instituciones que quieran consultar, en especial las escuelas. Porque nosotros ya nos vamos a morir todos (veteranos) y entonces tiene que ser el museo de Malvinas el que nos mantenga vivos”, dijo Ortega.

Desembarco

El 31 de marzo, a las 22, de 1982, todos los soldados a bordo del buque “Santísima Trinidad” fueron convocados al comedor de la nave para recibir un comunicado que cambiaría sus vidas para siempre. En esa nave estaba José Ortega, que tenía 22 años.

“Nosotros no teníamos idea a dónde estábamos. Nos convocaron al comedor y ahí escuché la histórica arenga del contraalmirante Carlos Alberto César Büsser. A partir de ese momento sabíamos que todo había cambiado, que estábamos comenzando a escribir la historia y eso fue algo que nos conmovió”, dijo Ortega.

“Nuestra misión es la de desembarcar en las Islas Malvinas y desalojar a las fuerzas militares y a las autoridades británicas”, es el textual de Büsser.
 

 

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