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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Un arquitecto wichí presenta en comunidades un proyecto de viviendas 

Policarpo Zerpa brinda a referentes comunitarios un modelo de hábitat adaptado a las costumbres y condiciones climáticas de cada región.
Sabado, 30 de abril de 2022 21:27
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Como parte de una búsqueda de consenso para la generación y puesta en marcha de un programa de viviendas para comunidades indígenas del Gobierno de Salta a través de la delegación de Asuntos Indígenas, el arquitecto Policarpo Zerpa, quien pertenece a la etnia Wichí, realiza presentaciones a distintos referentes de comunidades de su proyecto de vivienda en el que reinterpreta el habitar de las comunidades, tomando en cuenta tanto su cosmovisión y costumbres como el clima. 

Oriundo de Misión San Felipe y con un trabajo en terreno en la localidad de Carboncito, donde vive parte de su familia, la última presentación fue en Tartagal donde principalmente referentes de comunidades de la Ruta 86 participaron de un encuentro en el que junto al delegado de Asuntos Indígenas, Marcelo Córdova, dieron detalles de las viviendas y de la iniciativa gubernamental que las incluye para dar respuesta al problema habitacional en la región. 

En el encuentro, Zerpa hizo énfasis en el propósito de involucrar a las comunidades en el desarrollo de estas viviendas, fortaleciendo el vínculo y sentido de pertenencia. 
“Esta charla fue para contarles a mis hermanos wichí cómo encarar este programa de viviendas y comentarles que es un proyecto de solución constructiva donde la vivienda apunta a unir más a la gente de la comunidad”, expresó el profesional. 

Detalló que el proyecto tiene el trasfondo de un trabajo multidisciplinar de investigación desde la Universidad Católica de Salta en el que se analizó el modo de vida de las comunidades para llegar a un concepto de vivienda adaptado que consiste en un sistema woodframe (de madera). 
“Con una parte del techo sobreelevado para las corrientes de viento más un buen aislante térmico, la vivienda va a soportar las incidencias de la humedad y del calor y tendrá también un tratamiento contra insectos que deterioran la madera”, explicó. 

“Si logramos trabajar todos los wichís unidos, haciendo una vivienda para cada comunidad, eso es como una semilla que traerá más soluciones. Al haber salido de una casa de chapa y de nylon, de vivir en la comunidad, en el río y ahora traer este trabajo con mucho estudio de fondo, con mucha dedicación, con ver feliz a mi gente y que se realiza mi proyecto de vivienda, me siento realizado”, agregó el arquitecto. 

“Este proyecto lo pensé con el concepto de tratar de mantener la identidad y, como dicen los teóricos, esta es una reinterpretación de la vivienda con la que, si logramos solucionar el hábitat y la familia la cuida, esto será la base para solucionar otros problemas en materia de educación y salud”, destacó Policarpo. 

El programa de viviendas

Como anunció el gobernador Gustavo Sáenz en la apertura de sesiones legislativas, el Gobierno de Salta trabaja en un proyecto para “reemplazar los hogares muy precarios en los que viven numerosas familias de las comunidades originarias y gradualmente reemplazarlos por otras soluciones habitacionales adecuadas para los climas y temperaturas de cada zona, aptas y dignas”.

Al respecto, el delegado Marcelo Córdova expresó que su cartera llevará a cabo el proyecto que actualmente se encuentra en una fase de consulta previa con las comunidades y con gran aceptación hasta el momento. 

“El programa que se está proyectando busca que las viviendas se correspondan con las necesidades que tienen hoy las comunidades indígenas, respetando su modo de vida, aprovechando los recursos naturales de la región de una manera ecosustentable e involucrando especialmente a todos los habitantes en su concreción”, destacó el funcionario.

Un ejemplo

Policarpo Zerpa en su niñez hizo jardín y primer grado en la comunidad San Felipe, donde vivía con sus abuelos hasta que su papá lo llevó con él a Salta capital donde fue a la escuela hasta tercer grado. Con una instancia legal mediante, regresa a la comunidad con su mamá donde gracias al cuaderno Rivadavia que un maestro mayor de obras, amigo de su mamá, le da, retoma sus estudios. A los 11 años comenzó a trabajar en un taller mecánico pero no dejó de estudiar y ya con inclinación a la ingeniería o arquitectura cursaba la escuela técnica por las noches, donde sus compañeros lo ayudaron con los materiales de trabajo. 

“Fue toda una hazaña, me quedé con dos materias, no había mucha expectativa para mi futuro. Tenía la expectativa de estudiar arquitectura o ingeniería pero para esas carreras tenía que viajar más los gastos de hospedaje, colectivo no quería molestar a mi mamá si bien ella me apoyaba. Finalmente nos fuimos un 12 de abril, en viaje de ida a Salta. Mi abuelo era cacique, y cuando lo internaron en el hospital San Bernardo mi madre hizo las gestiones a través del IPPIS. Comenzamos a tocar puertas hasta que el interventor del IPPIS me inscribió en el cupo de becas para la Universidad Católica de Salta. Fue algo soñado, una posibilidad soñada”, dijo el profesional.
 

 

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