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Según quienes rodean a Cristina Kirchner ayer aún se sentía shockeada por el atentado que sufrió el jueves en la noche. Sin embargo, durante toda la mañana y hasta pasadas las 16 no se detuvo, ya que no solo declaró ante la jueza y el fiscal que llevan adelante la investigación del ataque, sino también recibió al presidente Alberto Fernández, y habló por teléfono con el papa Francisco y el líder brasileño Inacio Lula da Silva, entre otros.
Cerca de las 11, la jueza federal María Eugenia Capuchetti concurrió al domicilio de la vicepresidenta, en el barrio porteño de Recoleta, para tomarle declaración testimonial. La magistrada lo hizo acompañada por el fiscal federal Carlos Rívolo, quien junto a su colega, Eduardo Taiano, son los funcionarios judiciales que están a cargo del expediente. Los magistrados estuvieron una hora con la titular del Senado.
Uno de los primeros en tomar contacto directo con Cristina Kirchner fue el papa Francisco, quien la llamó por teléfono para interiorizarse de la situación y expresarle su "solidaridad y cercanía".
Además, el Santo Padre también envió un telegrama formal desde El Vaticano para referirse al violento episodio. "Rezo para que en la querida Argentina prevalezcan siempre la armonía social y el respeto de los valores democráticos, contra todo tipo de violencia y agresión", expresa el texto.
También el candidato presidencial del PT brasileño Lula da Silva se comunicó telefónicamente con la vicepresidenta. "Todo mi pésame para la compañera Cristina Kirchner, víctima de un criminal fascista que no sabe respetar las diferencias y la diversidad. Cristina es una mujer que merece el respeto de todos los demócratas del mundo. Gracias a Dios salió ilesa", había escrito Lula horas antes en su cuenta de Twitter.
El atentado no excluyó otros temas en la agenda de la expresidenta. Desde su departamento, Cristina Kirchner también tomó contacto ayer con el ministro de Economía, Sergio Massa, con quien decidieron ratificar el viaje a los Estados Unidos para avanzar en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), a partir del próximo lunes.
Por la tarde, la titular del Senado recibió al presidente Alberto Fernández, quien se acercó cerca de las 14 para conversar con la exmandataria luego de encabezar una reunión de gabinete en la Casa Rosada en la que se evaluó el "estado de conmoción social", derivado del intento de asesinato.
El jefe de Estado y la vicepresidenta ya habían conversado telefónicamente en la noche del jueves, previo a la cadena nacional que realizó Alberto Fernández para referirse al ataque contra Cristina Kirchner.
Otro de los que pasó por el departamento de Juncal y Uruguay fue el gobernador Axel Kicillof, con quien Cristina dialogó casi dos horas.
Tras el intento de atentado, la vicepresidenta Cristina Kirchner salió por primera vez de su departamento, ubicado en el barrio porteño de Recoleta, y saludó a un grupo de militantes.
Fuentes cercanas a la exmandataria evitaron dar precisiones respecto del destino de la vicepresidenta, quien se retiró de su domicilio pasadas las 16.20 a bordo de un vehículo de color negro.
La titular del Senado se mostró sonriente y relajada al salir de su residencia, custodiada por efectivos de civil y de la Policía Federal.
Declararon policías y militantes
Ayer declararon como testigos miembros de la Policía Federal, la fuerza que tiene a su cargo la custodia de la vicepresidenta Cristina Kirchner, y ocho civiles, que son militantes que estaban en la esquina de Juncal y Uruguay cuando Fernando Sabag Montiel le apuntó con un arma a la cabeza a la titular del Senado.
La jueza María Eugenia Capuchetti estuvo a primera hora del día en el lugar y ordenó un allanamiento en la casa del acusado.