La guerra desatada entre Israel y Palestina tras el ataque lanzado por el movimiento Hamas el pasado sábado, va escalando peligrosamente y en su expansión más allá de esas fronteras va sumando nuevos actores. Mientras Tel Aviv continúa los bombardeos sobre el bloqueado enclave palestino y realiza movimientos de tropas en el norte por la presencia de Hezbolá en el Líbano, también llevó adelante dos ataques simultáneos contra los aeropuertos internacionales sirios de Damasco y Alepo.
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La guerra desatada entre Israel y Palestina tras el ataque lanzado por el movimiento Hamas el pasado sábado, va escalando peligrosamente y en su expansión más allá de esas fronteras va sumando nuevos actores. Mientras Tel Aviv continúa los bombardeos sobre el bloqueado enclave palestino y realiza movimientos de tropas en el norte por la presencia de Hezbolá en el Líbano, también llevó adelante dos ataques simultáneos contra los aeropuertos internacionales sirios de Damasco y Alepo.
El Ministerio de Exteriores de Siria calificó las acciones como "intentos" israelíes "de exportar su crisis, exacerbar la situación en la región y desviar la atención de los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y las masacres masivas que comete contra los palestinos en la Franja de Gaza".
Israel ataca de forma relativamente frecuente el territorio sirio. Sus acciones suelen estar dirigidas contra objetivos del grupo chií libanés Hezbolá, que en los últimos días ha lanzado varios ataques contra las tropas israelíes desde el sur del Líbano; o contra las milicias iraníes, que esta semana han reforzado su presencia en la frontera siria con el Golán.
Ante esta situación, Tel Aviv movilizó unos 300.000 soldados de la reserva que fueron enviados hacia Gaza y a reforzar la frontera norte con el Líbano.
Tanto Hezbolá como otros grupos armados apoyados por Teherán están presentes en el territorio sirio y son aliados del Gobierno del presidente, Bashar al Assad. Israel considera su permanencia en ese país vecino una amenaza para su seguridad.
Está situación mantiene en alerta a la comunidad internacional ya que el conflicto en escasos seis días ya ha dejado más de 3.000 muertos y miles de heridos y desaparecidos.
En este contexto, los presidentes de Irán y Siria expresaron su apoyo al pueblo palestino. En un comunicado, el presidente Bashar Al Assad y su par iraní Ebrahim Raisi, dijeron que el pueblo palestino está "siendo sometido a crímenes y tiene derecho a resistir para defender su causa legítima y recuperar sus derechos".
Assad dijo que las políticas de Israel están provocando un derramamiento de sangre en la región. "Todos los países islámicos y árabes y las personas libres del mundo deben alcanzar una convergencia para atajar los crímenes del régimen sionista contra la nación palestina oprimida", dijo Raisi.
Ofensiva terrestre
Israel, por su parte, está acelerando los preparativos para una ofensiva terrestre en la Franja de Gaza. El vocero del Ejército, teniente general Richard Hecht, dijo que las fuerzas armadas hebreas "se están preparando para una maniobra terrestre" con el objetivo de "liquidar" a Hamas.
Tras los ataques del sábado, Israel juró "destruir" al movimiento palestino, y desde entonces ha lanzado bombardeos en la Franja de Gaza que han arrasado barrios enteros, matado a cientos de personas y forzado a 360.000 más a dejar sus casas. La única central eléctrica del territorio se detuvo por falta de combustible, por lo que no hay ni Internet ni agua ni funcionan las redes de telefonía.
Organizaciones humanitarias internacionales advirtieron que el número de muertos en Gaza podría aumentar después de que Israel detuviera el ingreso de los alimentos, agua, combustible y electricidad al enclave.
Comunicado de la comunidad judía salteña
Instituciones y miembros de la comunidad judía de Salta repudiaron en un comunicado los ataques realizados el pasado sábado sobre Israel por el movimiento Hamas.
En el texto señalan que, ante el "ataque masivo, demencial y sin precedentes desplegado desde la Franja de Gaza", que ha provocado miles de muertos y heridos, expresan su "solidaridad y apoyo al Estado de Israel en su legítimo derecho de defensa para proteger a su población".
Manifiestan además su acompañamiento a las familias "sumidas en el dolor y la incertidumbre".
Ratifican también su rechazo "al terrorismo y a la barbarie" y subrayan que "defienden el valor supremo de la vida". En ese sentido, señalan que los ataques de Hamas "no fueron solo contra Israel, sino contra los valores de democracia, libertad y respeto por el otro".