"No somos nosotros, fue Dios", expresó Milena Raquel Gómez, una gendarme metanense cuya historia se volvió viral en las redes sociales luego de recibir uniformada a su madre cuando se encontraba trabajando el martes pasado en el puesto de control de Cabeza de Buey, en Güemes.
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"No somos nosotros, fue Dios", expresó Milena Raquel Gómez, una gendarme metanense cuya historia se volvió viral en las redes sociales luego de recibir uniformada a su madre cuando se encontraba trabajando el martes pasado en el puesto de control de Cabeza de Buey, en Güemes.
Doña Gladys Irene Casasola, tiene 61 años y es peregrina hace 17 años. "Fue un momento muy especial, emocionante. Justo coincidimos con mi querida madre porque yo estaba trabajando cuando ella llegó con el grupo D.A.F. (Devoción, Amor y Fe). Recibirla fue un regalo de Dios", dijo Milena a El Tribuno.
"Mi familia es del barrio Güemes, de Metán. Somos diez hermanos, una de nuestras hermanas falleció. Mi madre es una mujer muy fuerte y llena de fe, por eso también peregrina y reza para pedir por ella y por todos nosotros", destacó. Milena también es peregrina, pero no la pudo acompañar porque justamente se encontraba trabajando.
"Yo admiro a mi madre por la fortaleza que tiene", dijo la joven, quien hace 9 años pertenece a la Gendarmería Nacional. La mujer está casada y tiene dos hijos. Comentó que su hermano más chico, de 14 años, también estuvo peregrinando este año en bicicleta.
"Yo siempre doy gracias al Señor y la Virgen del Milagro, justamente uno de los pedidos que habíamos realizado con mi madre es que yo pudiera entrar a trabajar en Gendarmería y ese sueño se cumplió", destacó Milena Gómez.
Al mediodía de ayer la joven gendarme esperó a su madre e ingresaron juntas a la Catedral de Salta capital. "Es una experiencia única, inolvidable por esta gran manifestación de fe. Me emociona mucho verla a mi madre por su fe y la fortaleza que tiene para caminar", concluyó.