Mientras cientos de policías, vecinos, familiares y baquianos buscan infructuosamente en La Caldera a una joven madre desaparecida desde el 11 de este mes, en la tarde de ayer vecinos alertaron a la policía sobre la presencia de un cuerpo sin vida de una mujer muy joven debajo de uno de los puentes sobre el río Arenales, en cercanías del barrio Santa Lucía, en el oeste de la capital salteña.
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Mientras cientos de policías, vecinos, familiares y baquianos buscan infructuosamente en La Caldera a una joven madre desaparecida desde el 11 de este mes, en la tarde de ayer vecinos alertaron a la policía sobre la presencia de un cuerpo sin vida de una mujer muy joven debajo de uno de los puentes sobre el río Arenales, en cercanías del barrio Santa Lucía, en el oeste de la capital salteña.
Inmensas cantidades de imágenes circularon ayer tarde sobre el macabro hallazgo y algunas de ellas mostraron crudamente cómo es aquel lugar. Fuentes consultadas por El Tribuno in situ aseguraron que la data de muerte tendría ya sus días, por el estado del cuerpo y por el olor que despedía el mismo. El entrevistado dijo, además, que había sangre salpicada sobre las paredes y un retazo de silobolsa de color negro.
La malograda joven, de unos 25 años, cuya identidad se desconoce, de tez morena y cabello negro, vestía una musculosa negra con letras rojas que decían "bad kitty" y un short negro con detalles marrones. Tenía medias de dos colores, estaba sin calzado, y a simple vista se observaban lesiones en una rodilla, y hematomas en el rostro y las piernas.
El hallazgo fue realizado -se supo- por tres hombres que andaban a caballo en la zona. según señaló una vecina. Agregó que al intentar entablar un diálogo, los mismos se alejaron con dirección al bario Sarmiento. La noticia conmocionó la barriada. En minutos acudieron tanto la policía como cientos de curiosos, también algunos medios. La información quedó bloqueada y durante horas y hasta la noche trabajaron los peritos del CIF. Los vecinos coincidieron en afirmar que la mujer tiene una especie de soga en el cuello y un hematoma en la zona del mentón. El cuerpo presenta un tatuaje en el brazo derecho y como llamativo tiene las medias de dos colores distintos.
El hallazgo generó gran preocupación entre los vecinos de la zona, quienes habían reportado un mal olor persistente en los últimos días. El lugar dijeron algunos curiosos es utilizado por personas de mal vivir que se juntan a beber y drogarse por las noches, deslizaron.
Oficialmente, la fiscalía actuante informó escuetamente que se trató de una muerte violenta, lo que el vecindario ya había confirmado apenas se produjo el hallazgo.
Por el momento, la víctima de un crimen aún no fue identificada fehacientemente, pero sí se aseguró que el cuerpo no corresponde con el de Jéssica Elizabeth Gutiérrez, quien se encuentra desaparecida desde el 11 de septiembre.
Justamente, su hermana María dijo anoche a El Tribuno que la policía la llamó para informarle que el cadáver hallado en Santa Lucía no es el de su hermana Jéssica.