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Francisco y Flavia, una pareja de argentinos que viajaba de vacaciones a México, denunciaron haber sido maltratados y deportados por autoridades migratorias en el aeropuerto de Cancún. Según relataron, la situación fue "la peor experiencia de sus vidas" y expusieron los momentos más angustiantes que atravesaron durante el episodio.
En diálogo con Cristina Pérez en Radio Rivadavia, Francisco relató que partieron el 8 de febrero desde el aeropuerto de Córdoba con destino a Cancún, haciendo escala en Lima. "Llegamos a Cancún a las 18:30 y pasamos por migración. En ese momento estábamos tranquilos, pensando en la playa, como cualquier turista. Ahí empezamos a notar que algo raro sucedía porque a los pasajeros que estaban adelante les pedían muchos requisitos", explicó.
El problema surgió con la reserva de un hotel en Isla Mujeres, que habían hecho a través de una aplicación. "Nos atiende una mujer policía en migración y nos pide pasajes de ida y vuelta. Luego nos piden la reserva de los hoteles. El de Isla Mujeres estaba reservado, pero nos dicen que debía estar comprado y no con reserva. No me permitieron pagarlo porque ya lo había reservado", indicó Francisco. Agregó que incluso llamó al hotel para resolver la situación, pero desde la administración le informaron que no había registro de su reserva.
Posteriormente, intervino otra oficial con un trato autoritario, quien les exigió el pasaje de regreso y los trasladó a un interrogatorio. "Nos llevan a un lugar donde había tres escritorios y cuatro o cinco policías. Nos hicieron varias preguntas y, tras unas horas, nos informan que seríamos deportados", contó Francisco.
La pareja fue llevada a una sala de detención en el aeropuerto, donde había entre 30 y 40 personas de distintas nacionalidades. "Era una especie de cárcel con vidrio, sin rejas visibles, pero con llave y candado. Una chica cubana le dio a Flavia un papel de aluminio para que se tapara por el frío", detalló el joven.
Francisco intentó dialogar con los oficiales y explicar que solo querían vacacionar, pero la decisión de deportación ya estaba tomada. "Nos sacaron el celular, el pasaporte y nos escoltaron al avión con dos policías adelante y dos atrás", denunció. Además, aseguró que no les permitieron cancelar las reservas de los hoteles y que perdieron todo el dinero invertido en su viaje.
Luego de permanecer cerca de 15 horas en el aeropuerto de Lima, finalmente regresaron a Córdoba. "En Lima nos trataron mucho mejor que en México y nos dijeron que esto está pasando cada vez con más frecuencia", concluyó Francisco.
Tras compartir su experiencia en redes sociales, la pareja recibió numerosos mensajes de personas que aseguraban haber pasado por situaciones similares en aeropuertos mexicanos.