El juicio por la muerte de Diego Maradona tuvo una nueva audiencia en la que declararon los primeros efectivos policiales que llegaron a la casa del astro del fútbol tras su fallecimiento. En la sala estuvieron presentes solo dos de los siete acusados, Mariano Perroni y Pedro Pablo Di Spagna, mientras que ningún familiar del Diez asistió a la sesión.
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El juicio por la muerte de Diego Maradona tuvo una nueva audiencia en la que declararon los primeros efectivos policiales que llegaron a la casa del astro del fútbol tras su fallecimiento. En la sala estuvieron presentes solo dos de los siete acusados, Mariano Perroni y Pedro Pablo Di Spagna, mientras que ningún familiar del Diez asistió a la sesión.
En esta instancia del proceso, declararon cuatro testigos considerados clave por la Fiscalía: los entonces comisarios Lucas Rodrigo Borge, Javier Mendoza y Carlos Hugo Carranza, y el principal Lucas Farías. Según los fiscales, estos efectivos brindaron una versión directa y sin influencia de terceros sobre las condiciones en las que fue encontrado Maradona tras su muerte.
Para contextualizar los testimonios, se utilizó una maqueta de la vivienda de Maradona en el barrio San Andrés, Tigre, aportada por el abogado Fernando Burlando, quien representa a Dalma y Giannina Maradona. Además, se exhibieron fotografías inéditas que muestran la escena del fallecimiento, entre ellas, una imagen del exjugador acostado en su cama, cubierto con una sábana blanca hasta el cuello.
El primero en declarar fue Lucas Rodrigo Borge, quien en aquel momento era jefe de la Departamental de Tigre. Según relató, recibió el aviso de la emergencia alrededor de las 13 del 25 de noviembre de 2020 y, de inmediato, ordenó al principal Lucas Farías, encargado de la zona, que se dirigiera al domicilio. Minutos después, Farías lo llamó nuevamente para confirmarle que Maradona había fallecido.
Cuando llegó al lugar, cerca de las 14, ya no quedaba nadie dentro de la casa. Farías había retirado a quienes estaban presentes, identificando a familiares, personal médico y empleados domésticos, quienes permanecieron en el parque. El dormitorio donde murió Maradona ya estaba preservado.
Borge detalló que cuando arribó la policía científica, se acercó a la puerta de la habitación donde se encontraba el cuerpo de Maradona. Explicó que el personal de la Fiscalía y de la policía científica comenzó a hacer grabaciones y que él observó desde la puerta. Dijo que Maradona estaba acostado en la cama, cubierto con una sábana blanca, y que cuando lo destaparon, se pudo ver que tenía la panza muy hinchada, llevaba puesta una remera negra y un short de gimnasia.
Otro punto clave en su testimonio fue la confirmación de que Maradona no dormía en una cama hospitalaria, sino en un somier común y corriente, sin los elementos médicos adecuados para atender su estado de salud. Tampoco se encontró un desfibrilador en el lugar.
Entre los imputados figuran el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Almirón, el jefe de los enfermeros Mariano Perroni, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y la médica Nancy Edith Forlini.
"Ya todo el barrio estaba al tanto de lo sucedido"
El segundo en declarar fue Javier Mendoza, quien en 2020 era jefe de la comisaría cuarta de Benavídez. Su función en aquel momento fue asegurar la vivienda y evitar el ingreso de personas ajenas, además de garantizar que nadie tomara fotografías de la escena.
Según explicó, el comisario Farías lo llamó para avisarle que Maradona no reaccionaba y que estaba descompensado. Ante esa situación, se dirigió al lugar de inmediato. Relató que recorrió unos 600 metros hasta la casa y que cuando llegó, ya todo el barrio estaba al tanto de lo sucedido.
Agregó que, para cuando él arribó, la casa ya se encontraba precintada y que los familiares podían ingresar solo hasta el jardín. Dijo que nunca entró a la casa mientras se trabajaba en la escena y que su responsabilidad fue el control perimetral, asegurándose de que nadie ingresara ni tomara imágenes.
Uno de los testimonios más impactantes fue el del principal Lucas Farías, el primer efectivo que ingresó a la vivienda y quien describió la escena de manera cruda, refiriéndose al cuerpo de Maradona como un "bulto prominente".
Farías relató que cuando llegó, vio alrededor de siete ambulancias. Explicó que se acercó a cada una de ellas para averiguar qué pasaba, pero que nadie le daba respuestas claras. Según su testimonio, continuó caminando hasta la tranquera y una persona le hizo una seña, indicándole que Maradona ya había fallecido.
Al ingresar a la vivienda, encontró a Claudia Villafañe hablando por teléfono en la cocina. Luego, se dirigió a una habitación contigua, donde vio una silueta tapada con una sábana. Explicó que no quiso tocar nada y que se aseguró de preservar el lugar.
Cuando llegaron los peritos de la policía científica y la Fiscalía, Farías ingresó a la habitación donde yacía Maradona. Dijo que vio ese bulto prominente sobre la cama, cubierto con una sábana, y que cuando lo destaparon, quedó en evidencia que se trataba de Diego Maradona.