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La agonía de los pliegos de Manuel García Mansilla y Ariel Lijo podría llegar a su fin el próximo jueves cuando el Senado debata sus candidaturas a la Corte Suprema propuestas por el presidente Javier Milei, en 2024.
El eventual desenlace de esta historia, que lleva meses estancada en la Cámara alta, dependerá de la estrategia con la que La Libertad Avanza (LLA) llegue al hemiciclo, ya que en la mayoría de las sesiones no logró demostrar cohesión. Una de las propuestas que barajan es dejar sin quorum la sesión. Para ello necesitarían el apoyo no solo de los dialoguistas, sino recurrir a los -zigzagueantes- santacruceños Natalia Gadano y José M. Carambia, y al flamante bloque Convicción Federal.
Este espacio es la nueva línea interna peronista que ya se mueve con independencia de la agenda de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y que canaliza a través del interbloque de Unión por la Patria (UxP), que intenta liderar José Mayans.
Aunque la bancada prestaría el quorum, persistían las dudas sobre las posturas a la hora de votar contra, principalmente, Lijo. Este dilema se multiplica en todas los bloques que integran el Senado, salvo el libertario.
El interbloque de Mayans -con Convicción Federal adentro- llega a una base de 34 y se les sumarían los otros impulsores de esta sesión, los porteños Guadalupe Tagliaferri (PRO) y Martín Lousteau (UCR). Podrían plegarse el exlibertario Francisco Paoltroni (Formosa) o el radical Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y así alcanzar 37 votos.
De habilitarse la sesión, este grupo heterogéneo tendrá que reunir solo 25 votos para obturar los dos tercios, si es que al momento de la votación están los 72 senadores sentados. Mayans dice contar con una veintena de voluntades, panorama que tiene sentido para el pliego de García Mansilla. No está claro si contará también con ese apoyo para el de Lijo.
Si el Senado avanza con el rechazo a los pliegos, las dudas pasarán al plano más técnico sobre la validez de los nombramientos en comisión. García Mansilla dejó en claro que su designación en comisión se hizo efectiva luego de haber prestado juramento ante la Corte. Fue en respuesta al juez federal Alejo Ramos Padilla, quien tramita una causa para impugnar su designación y la de Lijo. Su postura, y la del Gobierno, señalan que solo puede ser removido por juicio político.
En el Senado toman el argumento del Ejecutivo y sostienen que los nombramientos en comisión tienen lugar hasta que la Comisión de Acuerdos se expida, es decir, si los pliegos llegan al recinto y se rechazan quedarían invalidados, por lo que habrá que nombrar nuevos pliegos.