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El pasado viernes 10 de enero el dictador Nicolás Maduro juró como presidente de la República bolivariana de Venezuela. Tercer capítulo de un fraude. La fuerza volvió a imponerse sobre la ley y la democracia, al igual que en Cuba y Nicaragua, cuyos dictadores Miguel Díaz Canel y Daniel Ortega fueron los únicos que se sumaron a la ceremonia.
Las elecciones de julio consagraron a Edmundo González Urrutia como amplio ganador en las urnas en una aplastante victoria. La candidata natural María Corina Machado fue proscripta por el temor que les inspira a los miembros de la camarilla en el poder.
La triste realidad muestra hoy a Venezuela como un narco estado gobernado sostenido por las armas, al margen de la ley, según documentó Michelle Bachelet, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos humanos en el período 2019 / 2021.
Se trata de violaciones criminales al derecho a la vida; torturas condiciones infrahumanas de detención, violencia sexual, sin acceso a la justicia y reparaciones adecuadas y violaciones a las libertades de asociación, de opinión y expresión. Consigna probadamente también la matanza de más de 7.000 venezolanos en ese período.
La elite gobernante provocó el mayor éxodo poblacional registrado en Sudamérica que muestra la salida del país de más de 7 millones de venezolanos en busca de libertad, hecho que provocó la clara desintegración de las familias venezolanas. Quienes no han podido huir han caído en un estado de pobreza e indigencia realmente alarmantes.
El actual gobierno argentino ha manifestado desde su inicio un decidido apoyo e identificación con la oposición venezolana y su pueblo, ratificado días pasados por la recepción en la Casa Rosada del presidente electo González Urrutia, a diferencia del kirchnerismo, lo que marca la sinuosa relación que desde Kirchner a Milei se llevó adelante en materia diplomática.
En ese camino no debemos dejar pasar por alto que en el año 2013 la entonces presidenta Cristina Fernández no dudó en condecorar a Maduro con la Orden del Libertador Gral. San Martín, un agravio a la heroica historia de la epopeya sudamericana.
Sin olvidarnos de la valija de Antonini Wilson, repleta de dólares americanos para la campaña electoral de la señora. Tan oscura como "los bolsones de López" volando por el convento.
Este 10 de enero el clamor del mundo libre ha sido atronador, contrastando con el silencio del Papa Francisco. Otro hecho que debe ponerse en evidencia en este entorno es el lamentable y bochornoso comunicado de las Madres de Plaza de Mayo ratificando su apoyo al dictador venezolano, "deseando que tenga la fortaleza y sabiduría suficientes y necesarias para continuar con la Revolución Bolivariana". Fortaleza tal vez, sabiduría tengo serias dudas…
Como agravante tenemos la parodia instrumentada con la detención y secuestro del gendarme argentino Nahuel Gallo, acusado de atentar contra la vida de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, en otro nuevo disparate de este payasesco dictador Maduro.
Lo último a destacar es la valentía, tenacidad y coraje del pueblo venezolano intentando por todos los medios pacíficos, ratificado en las urnas, volver a la tan añorada democracia.