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En su denuncia, la expareja del imputado, con quien tiene dos hijos en común, relató que éste había estado alojado en la Alcaidía por anteriores hechos de violencia intrafamiliar en 2022 y el 29 de junio, se quedó en la casa hasta la noche consumiendo bebidas alcohólicas. Según la mujer, él acusado frecuenta el domicilio los días de cobro, cuando le entrega $20.000 para sus hijos. Siguiendo el relato, en un momento, se tornó agresivo y al llegar los hijos de la víctima, pidieron ayuda a la policía.
La mujer contó que, anteriormente, el imputado había estado detenido y se presentó en el domicilio alegando falsamente que el juzgado le había autorizado retornar a la vivienda, conviviendo con ella hasta octubre de 2023. En esa fecha, llegó en estado de ebriedad y, ante el reclamo de su expareja, se volvió agresivo. Se retiró en su moto y regresó con lesiones. Acusó a la mujer de ser responsable de las heridas. Amenazó con quitarle la vida y también a los policías si ella pedía ayuda. En el incidente, la menor de 11 años llamó al 911 y la policía detuvo al hombre.
El fiscal penal de Rosario de Lerma, Daniel Escalante, imputó al hombre por los delitos de amenazas (2 hechos) y desobediencia judicial, también en dos ocasiones, todos en concurso real.
El fiscal Escalante destacó que, en ambos hechos, el acusado omitió deliberadamente cumplir con las órdenes judiciales emitidas por el Juzgado de Violencia Familiar y de Género Nº 1, violando los mandatos judiciales dispuestos para la protección de su víctima, mostrando un grave menosprecio hacia las instituciones públicas, solicitando el mantenimiento de la detención.