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Rosario, una ciudad que en los últimos años fue testigo de una creciente ola de violencia, vivió este fin de semana una jornada especialmente trágica. En menos de 24 horas, tres hombres fueron asesinados en ataques a balazos perpetrados en diferentes puntos de la ciudad. Los crímenes, cometidos sin previo aviso, suman preocupación a un escenario ya complejo. Hasta ahora, las autoridades no han informado sobre detenciones relacionadas con estos hechos.
El primer homicidio ocurrió en la intersección de las calles Servando Bayo e Ituzaingó, en el norte de Rosario. La víctima, Luis Joaquín del Valle, de 28 años, estaba sentado en la vereda cuando un hombre que circulaba en moto lo atacó a balazos. Según los vecinos, el tirador disparó de frente y, aunque Del Valle intentó refugiarse corriendo hacia su vivienda, el atacante lo alcanzó y volvió a dispararle antes de huir.
Del Valle fue trasladado de urgencia por su familia al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA), donde los médicos confirmaron que presentaba heridas de bala en el pecho y el abdomen. Pese a los esfuerzos médicos, falleció horas después.
Segundo caso: un pasillo convertido en escena del crimen
El segundo homicidio se produjo en Sabín al 1400 bis, donde Gonzalo David Pereyra, de 27 años, fue hallado muerto con un disparo en el rostro y un severo traumatismo de cráneo. La fiscal Marisol Fabbro, de la Unidad de Homicidios Dolosos del Ministerio Público de la Acusación (MPA), ordenó peritajes en la escena del crimen y la autopsia del cuerpo en el Instituto Médico Legal.
Tercer caso: ataque en moto en barrio Parque Casas
El tercer asesinato tuvo lugar en el barrio Parque Casas, a la altura de Cavia al 1300. Nicolás Joel R., de 30 años, estaba junto a un joven de 27 años cuando ambos fueron atacados por dos hombres que llegaron al lugar en una moto de baja cilindrada. Nicolás recibió heridas graves en el abdomen y el brazo derecho, por lo que fue sometido a una cirugía de emergencia, pero murió horas más tarde. Su compañero, herido en el brazo izquierdo, fue dado de alta tras ser atendido.
En el lugar, los investigadores hallaron cuatro vainas servidas calibre 9 mm, compatibles con las lesiones sufridas por las víctimas. Hasta ahora, no hay indicios sobre los agresores.
Un contexto alarmante
Los asesinatos de este fin de semana se suman a otros episodios violentos que golpearon a Rosario en los últimos días. Según el medio Aire de Santa Fe, ya son 15 los homicidios dolosos registrados en la ciudad desde el inicio del año. Además, el viernes por la noche un joven de 28 años fue baleado en el barrio Banana y permanece internado en estado reservado.
A esto se agrega un tiroteo ocurrido en una pollería de la zona sur, donde los atacantes dejaron un mensaje escrito mencionando al gobernador Maximiliano Pullaro y a un presunto jefe narco prófugo. Un mensaje similar fue hallado en la puerta de una distribuidora en la zona noroeste de la ciudad, lo que refuerza las sospechas de que estas acciones están vinculadas al crimen organizado.
La creciente violencia en Rosario, con ataques cada vez más frecuentes y brutales, pone en jaque a las autoridades locales, provinciales y nacionales. La falta de detenidos y la reiteración de hechos con características similares generan preocupación en la ciudadanía, que reclama respuestas concretas ante una situación que parece desbordar el control estatal.