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El recurso presentado por la defensa de Jorge Antonio Torres, actualmente de 52 años, fue rechazada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la condena en su contra, por 30 años, quedó firme. El hombre decía ser pastor Testigo de Jehová en los pueblos bonaerense de Tapalqué y Azul, bajo esa denominación fue que mantuvo cautiva a una menor de 14 años durante dos años, entre 2011 y 2013. "Hizo de mi vida un infierno", contaría la víctima tras lograr escapar.
El religioso fue condenado a 30 años de prisión por violar a una adolescente, secuestrarla durante dos años y, obligarla a tener sexo con personas que él mismo seleccionaba y hasta sometarla a prácticas zoofílicas en la localidad de Tapalqué, ubicada en la zona central de la Provincia de Buenos Aires.
La Corte Suprema de Justicia dejó firme la condena a 30 años de cárcel contra el pastor acusado de secuestrar y violar a una adolescente que tenía 18 años en el momento de la denuncia.
La investigación comenzó en 2013 cuando la víctima escapó del lugar donde Torres la mantenía cautiva y la entregaba para ser abusada desde diciembre de 2011. Los investigadores también determinaron que la golpeaba y mutilaba su cuerpo con un arma cortante.
Cuando la policía arrestó a Torres, un grupo de vecinos incendió la vivienda que habitaba, ubicada en la calle Marmisolle al 200. En ese domicilio se habían incautado distintos elementos relevantes para la investigación, entre ellos una computadora, teléfonos celulares, tarjetas SIM y una cantidad de marihuana.
Según medios locales, el pastor había conocido a la víctima en una congregación de los Testigos de Jehová, donde comenzó a entablar un vínculo cercano con ella. Con el tiempo, logró manipularla y luego procedió a privarla de su libertad.
"Era mi líder, yo no tenía otra opción que obedecer pero hizo de mi vida un infierno", declaró tiempo después la joven víctima quien en julio de 2013 logró escapar de una fábrica de chacinados que pertenecía al presunto pastor y donde la llevaba para limpiar el lugar. Antes había intentado escapar varias veces.
Finalmente, la Sala III del Tribunal de Casación provincial confirmó la sentencia de manera parcial y devolvió el expediente al tribunal original para fijar una nueva pena. En esta ocasión, los jueces del tribunal de Azul condenaron a Torres a 30 años de prisión.
Intento de escape malogrados
La joven víctima contó que en varias oportunidades había intentado escapar, en una de ellas se tiró por una ventana de un segundo piso donde se encontraba secuestrada, acción que le provocó varias lesiones dado que había "fierros de punta que él había puesto al parecer sabiendo que podía escaparme por ese lugar", contó la joven. En un primer fallo Torres recibió 15 años de condena, sin embargo fue apelado y finalmente deberá purgar una pena superior que llega a los 30 años.