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Puna Mining es una empresa de socios salteños, que tuvo sus inicios en 2017 y desde ese momento trabaja con capitales australianos. La compañía elaboró un plan trabajó en tres etapas, de acuerdo a lo que detalló Francisco Alurralde, quien es el director de la firma.
"La primera etapa fue para probar la tecnología desarrollada por Pablo Alurralde, mi padre, que es el presidente de la empresa. El estudió en la Universidad Nacional de Salta, es ingeniero químico. Tuvimos dos años armando la planta piloto en Campo Quijano y hemos probado y validado esa tecnología, produciendo un carbonato de litio de alta pureza, 99,88%", detalló el empresario en contacto con Radio Salta.
Puna Mining extrae salmuera del Salar del Rincón, ubicado en el departamento Los Andes. Luego de validar la tecnología en la planta piloto "hemos ampliado el proyecto y construimos una planta modular más grande con una capacidad de 2.000 toneladas anuales, la cual hoy está en funcionamiento y estamos produciendo", detalló el director.
Y ahora llegó el proceso de expansión para ir a una fase de producción a escala comercial. "Hemos pasado ya por el proceso de audiencias públicas con las comunidades en Olacapato, Pocitos y San Antonio de los Cobres y hoy nos encontramos tratando de buscar los fondos para poder hacer esa ampliación. Esta es la última etapa, la tercera, la de la extracción. O sea tener una planta de producción de 12.000 toneladas anuales de carbonato de litio de grado batería", agregó.
Inversión
Para poner en marcha la última fase, la empresa debe hacer una inversión de alrededor de 250 millones de dólares. "En esta etapa de explotación, necesitamos presentar un informe de impacto ambiental con una línea base en la cual veníamos trabajando hace tres años junto a la Secretaría de Minería. Estamos ya en la recta final para obtener los permisos necesarios, la aprobación final para nuestra fase final del proyecto. Hoy nos encontramos a la espera de esa documentación para poder avanzar y una vez que tengamos seguiremos con el fondeo de los capitales, en lo que ya estamos trabajando", adelantó.
Hoy en día, la empresa tiene 210 colaboradores directos, por lo que se llegaría a unos 800 indirectos.
Consultado por el crecimiento de la empresa, Alurralde afirmó que "agradecemos el crecimiento, creo que estamos inmersos en una oportunidad única para la provincia, para Argentina. Estamos siendo parte de la transformación energética a nivel mundial, que los tiempos apremian, el producto (por el litio) se requiere, hoy está la demanda y gracias a Dios podemos nosotros desde nuestro lugar estar a la altura de esa evolución también, en su velocidad y en su dimensión".
Precio
Uno de los puntos de la charla trató sobre el precio fluctuante del litio y su rentabilidad. "Es una de las variables que nosotros manejamos, en la cual hoy entendemos que hay un riesgo enorme. Son inversiones grandes, a largo plazo, en la cual el carbonato del litio o el hidróxido del litio o los derivados del litio no se comportan como un commodities, como pueden ser los granos, en el cual el precio fluctúa muy grande dependiendo de la situación o el contexto a nivel mundial. Y es difícil de medirlo. Cuando arrancamos el proyecto el precio del carbonato del litio estaba en el orden de 5.600 dólares la tonelada, hace un año y medio alcanzó un pico de 70.000 dólares la tonelada, hoy estamos hablando en valores mucho más acorde a 14 o 15 mil dólares la tonelada", detalló el empresario.
Y agregó que esa fluctuación depende mucho de la incertidumbre, depende mucho de la estrategia del mundo a nivel político. Es que el litio se ha convertido en una conversación geopolítica. "La producción de carbonato de litio es un proceso súper complejo y de altísimo valor agregado, el hecho de que muchos proyectos no hayan podido cumplir con lo que decían que iban a poder producir, dada esta complejidad, también hace que fluctúe el precio por la expectativa de las inversiones".